Teotihuacán

(Escrito el día lunes 3 de noviembre de 2014)

En nuestro cuarto día en México, el país, nos alejamos del DF para visitar Teotihuacán. Teotihuacán queda a casi una hora del centro capital. Tenés que tomar subte hasta llegar hasta una terminal de ómnibus y allí tomar un micro que 45 minutos después te deja en la entrada de este complejo histórico.

El viaje fue entretenido. Antes de partir, subió una chica vendiendo paquetes de dos lapiceras: una era un marcador indeleble, la otra una birome con linterna en el capuchón. Yo le compré un paquete porque justo necesitaba una birome y unos alemanes estaban que no podían creer que tuvieran linterna y también compraron.

Después subió otro señor, vendiendo chocolates: “No le viene caducado, no le viene maltratado, no le viene roto” y arrancamos!

Los señores se despacharon con unas canciones clásicas latinoamericanas y todos aplaudíamos al final de cada tema. Luego colaboramos.

No hubo forma de aburrirse… ni de dormir durante el viaje!

En Teotihuacán encontrás las famosas pirámides del Sol y de la Luna y más y más historia. Contrariamente a lo que muchos creen, no es este un lugar construido y desarrollado por los aztecas sino por los teotihuacanos de quienes se sabe poco y nada.

Los aztecas encontraron este lugar unos 300 años después de que haya sido abandonado por los habitantes originales que llegaron a ser una población de 200.000.

Ellos tomaron el lugar como propio y también se afincaron allí, adaptándose al lugar y utilizando los templos y demás construcciones.

A la entrada principal hay una especie de patio con muchos negocios y una especie de museo y un señor nos atajó a los dos y se presentó y nos contó que él es guía matriculado (nos mostró una credencial) y que por un monto que no nos pareció caro, se ofreció a pasear el complejo con nosotros por alrededor de dos horas.

Nos pareció una muy buena idea y le dijimos que sí. El guía era muy idóneo, sabía explicar y era un placer escuchar su cadencia y sus modos.

Primero nos hizo pasar a un lugar donde nos explicó más acerca del Día de los Muertos y por qué se festeja y cómo tiene que ver con la historia de los pueblos originarios de México.

En ese lugar se estaban exhibiendo unos hermosos altares con ofrendas hechos por jardines de infantes de la zona. Bueno, supongo que los niños habrán tenido ayuda!!

También está la representación del rey de la lluvia, Tláloc y hay también símbolos míticos con forma de cocodrilo, que representan la tierra fértil. En este lugar se han encontrado muchos restos de víctimas del sacrificio humano como también de soldados.

Está todo re bien conservado (fijate que hasta se ven los colores originales!) porque adelante de ella se construyó otra pirámide, como enterrándola, cubriéndola entonces por eso se salvó de alguna destrucción.

Los aztecas tenían la costumbre de construir pirámides y conforme crecían en poderío, construían otra más grande sobre el mismo lugar, cubriendo la anterior.

Qué resumen más apretado! Todo esto llevó como una hora y media y nosotros dos gatillando fotos sin parar y escuchando al guía que se habló todo!!! Tenés que venir si querés saber más!

Aquí fue cuando nos despedimos del guía. El tour había terminado.

Qué decir… A esta hermosa pirámide la subí aquella vez que vine y te cuento qué me pasó: Yo no sé si es que lo leí en algún lado pero antes de subirla, me pareció recordar que había leído que los aztecas o teotihuacanes (andá a saber!) subían las pirámides así:

Aquella vez como hoy la subí en 4 patas, llegué primera y esperaba lo más fresquita en lo alto a que llegaran los que había dejado atrás, que llegaban jadeando, con la lengua afuera y transpirados.

Ja ja, reíte pero yo me reía de los demás.

Sí, mis queridos, acá se sacan los prejuicios de encima y me suben la pirámide en 4 patas! A todo quien venía a México DF le recomendaba esto y nadie me hacía caso y después me contaban que casi que desfallecían!

– Subiste en 4 patas?

– No.

– Bueno.

El único que me hizo caso fue mi amigo Gabriel cuando vino y la gente le decía “Golum”, pero no le importó. Ale al final, también se acopló a mi consejo y es de lo más válido porque si te toca un día con el solazo y el calor que hizo como cuando fuimos nosotros, este método, mi método, The Alicia’s Own Method Of Climbing Pyramids es el único que te garantiza que no sientas que te morís. Y el único que te garantiza que llegás o llegás!

Esta pirámide tiene, digamos, tres plataformas. La primera, la que cuesta más, es la que más escalones tiene y no son parejos, por eso si la subís caminando cuesta más. La segunda es más empinada, con más razón hay que subirla en cuatro patas pero ya no tiene tantos escalones. La tercera y última son poquitos los escalones y la subís sin problemas!

Ay y ahora? A bajarla! Te recomiendo estos tres métodos:

Son 3 km de largo por 40m de ancho, donde se te acercan los vendedores de recuerdos.

Todos te ofrecen de lo más variado “casi gratis” como repetían hasta el cansancio pero con un simple gracias, ya está. No hubo pesados, pero tampoco demuestres cierto interés o te pares a ver algo porque se te acercan de a montones! Acercate sólo cuando sepas que podés llegar a comprar algo.

Pero también encontrás con otras plataformas de edificios. Los aztecas habían creído que se trataban de tumbas por eso nombraron así a esta avenida.

El guía nos había contado, antes de despedirse, que ahora se la sube hasta la primera plataforma porque mucha gente se caía y ahí me acordé que sí, que yo había visto cómo se caía una mujer grandota por las escaleras y que por suerte, como se notaba que estaba en buen estado físico, pudo de alguna manera frenarse y apoyándose no sé cómo zafó de seguir rodando pero el ruido que hicieron sus huesos contra la piedra no me lo olvido más!

Ah, y en aquella época en ninguna de las dos pirámides había esos pasamanos que hay ahora.

Otra cosa que también nos contó el guía es que no hay mucho presupuesto para seguir excavando pero donde vos veas como pequeñas colinas, mirá bien, seguro son pirámides o templos enterrados.

Y bueno, así estuvo nuestro día!

Después de tanto andar no hubo fuerza para más! Pero volvimos contentos aunque cansados.

A descansar un poco y a empezar a empacar que mañana es nuestro último día!

Hasta mañana!