Fueron tres semanas y esta vez fue un poco diferente cómo me sentí de vuelta en el país. Claro que estuve contenta de ver la familia, amigos y conocer seguidores en dos juntadas que se organizaron.
Pero hubo algunos días en que me sentía ansiosa, nerviosa y muy, muy sensible.
No fue solo por el hecho de volver y que no estén mis padres, a lo que ya me estoy acostumbrando si lo pienso fríamente.
Creo que tuvo que ver con no sentirme, por momentos, yo misma en Argentina.
Traté de razonarlo y de lo que pude darme cuenta es que ya, al ser tanto el tiempo en que estoy viviendo en otro país, con otra cultura donde estoy por demás adaptada, volver a Argentina supone de alguna manera, volver a mí misma en el pasado.
Volver a experimentar quién fui.
Vuelvo a Argentina y me conecto con quien era yo antes. Porque vuelvo a experimentar vivencias, aromas, colores, formas y sabores que me llevan a vivir nuevamente mi vida en el pasado. Me llevan al momento en que yo era una persona con otra edad, con otros pensamientos tal vez…
Y a la vez me falta aquello que le daba contexto a quien era antes: Antes yo era hija de padres que ya no tengo; era hermana de una hermana que hace mucho más que no tengo. Era profesora de alumnos en lugares donde no trabajo. Vivía en una casa en un barrio al que regreso a visitar y entro a la casa donde solía vivir pero ya no vivo ahí.
Voy a la casa donde vivíamos con Ale y ya no es nuestra. Las veredas y los negocios están pero no entramos a comprar como lo hacíamos regularmente, seguimos de largo.
Con algunos miembros de la familia me encuentro, con otros no. Falta tiempo, falta ponerse de acuerdo, hay trámites…
Tomo mate y converso y trato de encontrar temas de conversación que sean de interés para todos y que tengan que ver con la realidad que se vive allí y con alguna realidad que tengamos en común.
Volver a vivir el pasado en el presente, eso es. Y agota un poco porque el cerebro y el corazón están en constante alerta porque todo es estímulo; todo en mí está en carne viva y me hace sentir muy vulnerable. La mente me bombardea a cada instante con memorias de hechos que ya no suceden, de personas que ya no están.
Porque la realidad es que uno ya no es uno: 14 años después cualquiera cambia. Solo que los cambios y evolución no son evidentes a los que te conocen porque no te ven seguido y entonces la imagen que se tiene de uno es otra, la de antes, la de cómo eras cuando te fuiste.
Pero una ya es otra. No se es más ese pasado que se quedó en el país.
Cuando cambiás y evolucionás en tu propio contexto con las personas con las que siempre te rodeás, todo es más llevadero y es, además, sano.
Sin embargo, no reniego de estas cosas y no me quejo de que pasen. Solo que al no entender al principio qué o por qué me pasaba, me sentí mal, me sentí afuera, me sentí otra.
Sí, soy otra, soy este presente en este país donde vivo pero ahora que entendí lo que me pasaba, abrazo y acepto mi ser pasado, el que me espera en mi país, cada vez que vuelvo para hermanarme con mi esencia, con mi identidad, mis raíces; con la spersonas que hacen e hicieron el entorno que también ayudó a darme una identidad.
Volver al país es mucho más que llegar con valijas y pasear y visitar. Es mucho más que eso. Es un gran desafío personal.
Wow Alicia!!! que profundas conclusiones!!! Tengo una amiga que hace mucho tiempo que vive en US y hace años que no viene, desde que sus padres ya no estan. Interesante lo que explicas, tal vez a ella le pasa lo mismo. Voy a visitarla casi todos los años y lo pasamos muy bien, pero el pasado no esta entre nosotros, salvo cuando me pregunta x algun conocido. Hermoso que compartas con nosotros algo tan intimo.
Gracias querida Marchu. A mí también me costó volver después de la muerte de mis padres. Estuve casi dos años y ahora empecé ir regularmente. Me interesó tu punto de vista, vos también notás que algo no es igual pero lo bueno es rescatar la amistad. Besos!
Como te entiendo, Ali. Debe ser sentirse extranjero en tu propio país. Un amigo de mi papá que había nacido en Italia y vino a Argentina de chico tuvo la posibilidad de volver varias veces a su Italia natal. Cada vez que regresaba a Argentina, donde se había casado y tenía dos hijos, decía que cuando uno emigra nunca vuelve a sentirse pleno en ningún lugar. En Argentina vivía añorando su pueblo, su gente, sus olores y sabores. Cuando iba a visitar a sus familiares a Italia descubría que no se encontraba allí, sentía que no pertenecía más, que era ajeno a la gente, a las costumbres y no veía el momento de regresar a Argentina. Quizás no es tu caso, pero imagino todo el que emigra debe experimentar una mezcla de sentimientos y emociones muy difícil de explicar. Abrazo fuerte!
Sí, Andrea. En mi caso, disfruto de ambos lugares pero estando en Argentina viajo al pasado interior y vuelvo a vivir todo. También extraño mi casa actual, mis plantas, mis rincones. Gracias por pasar y comentar!
QUE LINDO Y PROFUNDO …habla el corazon!! hasta pronto aqui nos renovamos para recibirlos
Gracias!
Cuánto te entiendo, Alicia! Hace 33 años me vine a vivir a Tierra del Fuego, y ya Bs As hace rato que no es mi.lugar. Visito y disfruto a mi familia y amigos, pero mi vida está aquí. Y estamos hablando del.mismo país, aunque algunos sociólogos insisten en que el ser una isla condiciona algunos aspectos de la vida. Pero me gusta pensar en algo que una vez leí en.una novela de Marcela Serrano :«ningún lugar tiene luz propia, reflejan la de cada uno». Celebro que estés feliz en Londres.
Ay amorosa, qué lindo lo que me compartís! Qué hermosa frase me regalás! Y me sorprendo que, como decís, viviendo en el mismo país te pasa muy parecido a lo que a mí. Besos y muchas gracias!
A mi me pasa lo mismo, como te entiendo!!! Hace 13 anios que vivo en Londres, vuelvo a Argentina todos los anios pero se me hace un nudo en el estomago cuando estoy por viajar y cuando organizo el viaje. Los primeros dias alla son dificiles, De a poco me voy relajando y disfruto el ver gente y lugares, pero me pasa el ‘no entender’ algunas situaciones. Ya no planeo mas volver a vivir alla, al menos por ahora, Antes era una necesidad, antes no me queria perder ninguna vivencia de la agente que quiero, pero me di cuenta que es imposible y que la distancia nos cambia no solo a los que nos fuimos, sino a los que se quedaron tambien. Trato de disfrutar mi hogar que esta aca.
Saludos
Rosa
Tal cual, Rosa! Igual que a vos, un mes antes por lo menos ya empiezo a ponerme nerviosa y sensible y una vez allá me voy relajando. La distancia y los años nos cambian a todos! Besos y gracias por pasar!
Muy bueno tu posteo Alicia…! Y es por demás compresible lo que te sucede. A mí me sucede cuando tomo fotografías viejas y ahí uno se de cuenta que ya no es el mismo, es como conectarse con ese pasado, como bien vos decís, encima ves personas que ya no están, lugares donde ya no vivís, etc, etc. Es totalmente cierto que el presente es lo que cuenta, porque el pasado ya fue, y el futuro aún no llega, si bien el pasado fue el que nos formó, como su nombre lo indica, ya ha “pasado” y aunque miremos con nostalgia, no nos detenemos en eso, sino que miramos siempre hacia adelante! Eso es vivir. Te mando un beso y un fuerte saludo para Ale, que ojalá un día lo pueda volver a ver, y también conocerte a vos. Hasta pronto!
Muchas gracias por tus palabras y por tu reflexión!
Muy sentido todo lo que escribiste. te mando un abrazo <3
Muchas gracias querida Ally!
“… vivir el pasado en el presente…” qué frase tan profunda!
Aunque aún no me ido definitivamente de Colombia (pero está en los planes a mediano plazo) entiendo perfectamente esa situación porque ya viví casi 5 años en Bélgica y al tiempo, cuando volvimos a visitar la familia de mi esposo ya no me (re) encontré en esas calles, en esos sitios, en las aulas de la universidad, ya no encontraba conocidos en las calles. Mi cuñado había muerto, la casa de su viuda e hijos era otra, el pasado se había modificado. Solo existía en mis recuerdos.
Y estar lejos de la patria es tener el corazón dividido en dos. Una parte allá otra acá. Un pie en un sitio, otro en el otro sitio.
Como decía (dice) el cantor. “No soy de aqui ni soy de allá”. Es como estar en un limbo.
Me ha sucedido cuando me he ausentado de Colombia por temporadas largas. Acá añoro mi vida allá, allá añoro mi vida acá y no hay manera de integrarlas ambas y hacerlas una sola aunque al final una de las dos termina tomando las riendas y manejando el carruaje.
Complicado!!
Hola Elvira, qué identificada yo también me sentí con cómo me describís lo que te pasa cada vez que volvés a tu país! Gracias por compartirlo!
Realmente hablaste con el corazón. Muy madura tu conclusión de abrazar y aceptar el pasado, como una parte constitutiva de tu ser, que siguió evolucionando y hoy es mucho más. Por mi parte, no volvería a visitar mi casa de la infancia. Ya está. Prefiero conservar su recuerdo en mi mente y en mi corazón, pero como algo ya cerrado. Celebrá que estás ya adaptada a un lugar con mejor calidad de vida y que te ofrece un sinnúmero de posibilidades… Gracias por compartir pensamientos tan profundos y movilizantes. Un abrazo
Gracias como siempre querida Cecilia y espero nos veamos el año que viene! Besos!
Uy, me imagino que debe ser muy movilizador!!!!
Espero que igual hayas tenido una experiencia grata en este reencontrarte con algunas cosas y personas, y también en ese enfrentarte a otras que ya no están.
Así como vos cambiaste habrá muchos lugares que también lo habrán hecho estos años, y otros que se habran conservado como los tenías en tu memoria.. que el balance haya sido positivo!!
No sabía que andabas por estos pagos.
Abrazo.
Hola Estela! Sí, estuve alejada del blog mientras estaba en Argentina pero activa en Instagram y Twitter! 😀 Besos y gracias por tu comentario!
Este año hará 15 que me fui, la verdad no podría volver a vivir allá… Coincido con mucho de lo que decís, cuando vuelvo al barrio y a mi-casa-que-ya-no-es-mi-casa hay todo el tiempo ese sentimiento extraño de pertenencia y extrañeza a la vez. Como un universo paralelo. En mi caso no siento que vuelva a mi yo del pasado, me gusta estar con mi gente pero no extraño la vida allí. La inseguridad, el caos diario, la agresividad de la gente en la calle, la mugre… a la tercera semana de estar no veo la hora de volver a MI casa. Si fuera millonaria, en lugar de ir le pagaría el pasaje a todos para que me vengan a visitar a mí.
Me identifico mucho con tu última frase porque también quisiera compartir con otros el lugar donde vivo!
Hola Ali! Personalmente creo que eso de “volver” es un auto-engaño…uno psicológicamente cree que va a encontrar las cosas tal cual estaban cuando uno se mudó y ver el cambio es un baldazo de agua fría. A mi me pasa que veo a la ciudad más loca, la gente con cara larga, y muchos que comentan “vos porque te fuiste, nosotros nos quedamos empujando el lápiz”, como protestando por nuestra falta de “solidaridad”, como si saltar al exterior fuera muy fácil…..saludos desde Vancouver!
Hola Sergio! Uh sí, esos comentarios que a veces hacen no buscan nada más que hacernos sentir culpables. Y es como decís, como si fuera fácil vivir afuera! Gracias por pasar y comentar!
Hola Alicia, soy de Buenos Aires, siempre leo los reportes de vuelo de Ale, y hoy entre a tu página y la verdad lo que expresaste es muy lindo lo que contas y a pesar de que estas en otro país, ya varios años como mencionas, siempre quedan recuerdos y costumbres del pasado y cuando volves a Buenos Aires, las recordas y te pones a pensar en ello.
Muchas gracias Rodrigo!