Gracias a todos los que comentaron en el post de ayer, algo inusual el número de comentarios porque generalmente el primer día en un lugar suele tener más que el resto, pero parece que la estrella fue José y ésa fue mi intención así que estoy contenta! Les contesto acá que le pregunté a Mr Lee por qué usaba guantes y me dijo que es para que no se le hagan manchitas en las manos, por los rayos ultravioleta. Qué coqueto!
Se podía buscar información sobre lugares, negocios, y también te podías sacar fotos y filmar. Nosotros hicimos ambas cosas.
Después del desayuno, tomamos el subte, hicimos los cambios correspondientes con otra línea y cuando llegamos a destino y estábamos por pasar por el molinete, yo estaba mirando para no sé qué lado y escucho que Ale exclama: “Mirá!! José!!”
Efectivamente, pasando el molinete caminando para nuestro lado venía José y nos vio y nos reconoció y se puso a reír con nosotros por lo fortuito del encuentro! Quién lo hubiera pensado, en Seoul, semejante ciudad y volver a encontrarnos sin quererlo!
Nos volvimos a disculpar que no lo habíamos podido llamar la noche anterior y él dijo que no pasaba nada y nos preguntó a dónde íbamos.
Le dijimos que queríamos ir al Noryangjin Fish Market y dijo que muy bien y que después queríamos ir al Cherry Blossom Park y él nos miró raro y dijo que no valía la pena ir al parque, que ya se habían caído todas las hojas pero bueno, que si queríamos, que fuésemos.
Él nos contó que se iba para la biblioteca donde antes estaba la Municipalidad (la que nos mostró ayer) porque se iba a chequear cosas por internet y que cualquier cosa, que lo volvamos a llamar.
Nos despedimos y salimos de la estación y luego de cruzar un puente, llegamos al mercado.
Noryangjin Fish Market es un mercado gigantísimo donde encontrás cualquier clase de pescado, pulpos, calamares, los langostinos más grandes que he visto en mi vida, cangrejos de todos los tamaños, todos los moluscos habidos y por haber e incluso unos enoooormes de hasta unos 30cm de largo.
Todos te ofrecen amablemente su mercadería pero leímos que a los turistas les cobran mucho más. De todas formas, nosotros fuimos a curiosear, no a comprar. Ni siquiera todavía teníamos hambre como para almorzar en alguno de los muchos restaurants que hay en el primer y segundo piso.
Caminamos solamente por adelante, no quisimos adentrarnos mucho porque el piso estaba muy mojado y, a pesar de que el olor a pescado no era desagradable, más bien suave, como debe ser. (Claro, si el olor es fuerte, significa que el pescado está podrido). Pero era olor a pescado de todas formas, así que si te mojabas un poco, el olor no te lo sacabas en todo el día!
Lo mordí y no lo tragué porque vi que ellos tampoco lo hacían: Eran las pincitas de los cangrejos chicos embadurnadas en esa salsa roja de chile picante. Así que bueno, más que nada fue chupar salsa picante que a esta altura ya no me hace nada. Para mí comer chile picante (el rojo o el verde) es como sentir que una comida tiene mucha pimienta, no me afecta pero me doy cuenta que está picante!
Nos tomamos otra vez el subte para ir a la isla de Yeouido.
Uno dice Cherry Blossom e imagina esos árboles en flor, tan hermosos como los que se ven en Japón y en Washington.
Pero acá en Seoul nos encontramos con esto:
Así que decidimos caminar por ahí, fuimos a un parque muy lindo llamado Ankara Park en honor a la capital de Turquía, ciudad hermana de Seoul y también porque Turquía colaboró mandando soldados para luchar durante la Guerra de Corea.
Era alrededor del mediodía y me encantó este lugar tan pacífico y tranquilo.
Y de allí caminamos unas calles hasta llegar al 63 Building, un edificio de 249 metros de alto, construido especialmente para los JJOO de 1988. Cuenta con un pequeño shopping, un museo de cera, un acuario y un mirador desde el cual sacamos algunas fotos.
De allí quisimos acercarnos a un parque y cruzarlo para llegar a otra estación de subte.
El parque llamado Youido Hangang Park, hermoso como podrán ver, está sobre el río Han y había cantidad de gente de todas las edades:
Cuando llegamos a la estación, tomamos un subte hasta llegar a nuestro barrio, Gangnam porque allí mismo, cerquita de donde nos alojamos se encuentra el famoso Cat’s Café, o como yo lo apodé, Café Gatito.
Cat’s Café es justamente eso, un café donde vos podés tomar algo y ves todos gatos a tu alrededor. Son alrededor de 30 gatos que viven ahí mismo y lejos de lo que te puedas imaginar, NO HAY OLOR A GATO. No, no lo hay. Para nada.
Se encuentra en el 4to piso y cuando llegás, ves esto:
Entrás y un chico te recibe detrás de un mostrador. Tenés que pagar una entrada de ₩8,000 y que incluye una consumisión. Y si querés darles de comer a los gatitos, podés comprar un snack.
Y nos señaló un gato en particular que tenía un collarcito. A ese gato no había que darle de comer para nada porque todo le caía mal y lo hacía vomitar.
Me sirvieron un café riquísimo y cuando lo empecé a tomar, Ale comenzó a darle de comer a los gatos.
Yo, gatera de ley que soy, comencé a sentirme medio nerviosa con tanto gato incontrolable. Porque yo estoy acostumbrada a un gato por vez, o sea, mi gata o algún gato ajeno que tenés aúpa, acariciás y ya.
Pero que los gatos vengan a vos en bandada… Es un tema.
Me tocaba a mí darle de comer a los gatos y se me ocurrió que qué lindo sería sentarme sobre una alfombrita a darles de comer.
Y sí, así como Flor Peña, yo también tengo mi video prohibido que no les pienso pasar! Porque en eso que les estoy dando de comer, viene el del collarcito y me muerde la manoooooooo!
Me mordió tanto pero tan profundamente y no me largaba y yo grité como loca y me tapé la boca porque, claro, se hizo un silencio, vinieron a ver qué pasaba y encima otro gato empezó a los estornudos y yo me puse a llorar!
Y a todo esto, Ale filmando!!! Comprenden ahora por qué no lo pienso mostrar???
Ale me pedía que me calmara, me calmé, me llamó la atención que no vinieran con un equipo de primeros auxilios y los dos agujeritos que me dejaron los dientes de ese gato empezaron a sangrar pero muy poquito.
Me puse un poco de alcohol de ese que llevo para desifectarme las manos pero me seguía doliendo así que una chica vino y me preguntó si quería una curita.
Le dije que sí, me puso una crema y luego me emparchó la mano.
Bueno, me enculé. Ya no quería saber nada más con Café Gatito y me quería ir. Ale me pidió quedarnos un ratito más y acepté; charlamos un ratito con esa chica que hablaba inglés americano perfecto y me distraje un poco.
Y nos fuimos de Café Gatito.
Qué experiencia! Toda una aventura tomar un café en Café Gatito!
jajaja, muy buena la historia, los detalles del relato y el lugar una locura, me refiero a todo, desde las pantallas en las calles hasta el Café gatito! que sigan disfrutando!!
Hola Alicia, que paseo!!!
Ya mismo me dispongo a leer el día 1 y 2 y obvio los que sigan.
Las fotos y tu descripción me encantan, pero lo que si no podría hacer cómo tu hiciste a pesar de lo sucedido, es compartir con tantos gatos, es más yo no compartiría ni siquiera con UNO!!! jajaja.
Abrazos y sigue pasándola genial en tu viaje 🙂
Hola Ali,
Bien por el recorrido ero no entro ni loco a cafe gatito. No me gustan los gatos pero gustos son gustos.
mi papá tiene dos y cuando voy a ver lo los cuido, me preocupo de darle de comer porque son animales y hay que respetarlos pero no me gustan.
En fin, buen recorrido.
Un mundo muy diferente al del Nápoles!
La pantalla táctil es insuperable y los gatitos divinos! que pena que te arruinaran un buen momento…
Y el encuentro con José en semejante ciudad es increíble!
Besos
lamento el mordiscón del gatito celoso x no poder comer ….pero qué divertidos este y el post de José , te leí a carcajadas mientras me tomaba unos mates en esta tardecita ventosa y porteña
que sigan disfrutando de Seúl !
Lectora
desde Bs As
ja ja ja
No podes !!!
te pusiste a llorar porque te mordio un gatito?
No te enojes conmigo, pero me parto de risa….
yo quiero ver ese video!!!!!!
(soy de terror!)
Por lo demas, genial el viaje.
El personaje de Jose me tiene intrigada.
Besos.
P.D. espero que no estes enojada conmigo por reirme….(otro besito por las dudas, me perdonaste?)
Ay Alice, no me gustan nada los gatos, soy perrera! Che, y no te convenía que te vea un doc para antitetánica o algo así por las dudas de la mordedura del micho?
Te queda genial ese color y flequillo, tenes un pelo re-lindo.
Saludos, Vale
Que sorpresa agradable que resulto ser Seul, al menos para mi. Muy lindas fotos,
Eso, si, del CAfe Gatito paso 🙂
Perdon Ali, pero me imagino la escena y no puedo parar de reirme!
Sobre todo porque lei cuando twiteaste primero que estabas feliz del café de los gatos y después que se te acabò la felicidad con la mordida! jaja
Curitas a parte… sigue gustandome mucho Seoul! Excelentes cronicas!
besote
Que penita la mordida del gato! Genial tu blog…Me encanta.
Qué miedito que vengan todos juntos, espero que no sea mucho la herida. Por lo demás genial, disfruten a pesar del incidente!
Me muero de miedo con todos esos gatos. Ni loca entro ahí. A un café de perros iría con todo gusto, pero los gatos me dan miedo.
Quiero ir a vivir a café gatito. Estaría todo el día tirada en el pico =) y toda picada, claro.