Después de desayunar, fuimos al Observatoire, desde donde pudimos tener una muy buena vista de 360° de la ciudad.
Subimos hasta el piso 31, a 221 metros de altura.
Te encontrás, además de los grandes ventanales, con una muestra interactiva de la historia de la ciudad muy interesante:
Podés sentarte en esos sillones de forma esférica y mientras descansás, escuchás la historia de diferentes personalidades históricas, en primera persona. Podés elegir entre inglés o francés.
También hay unas pantallas cada tantos metros donde ves la misma vista que tenés enfrente pero interactiva: Si te llama la atención algún edificio, lo tocás en la pantalla y se abre una ventana con información.
Ale usa mucho Foursquare y tiene la costumbre de hacer check-in DONDE QUIERA QUE PONGA EL PIE. Bueno, esta vez valió la pena porque al hacerlo, leyó que tenía de regalo una guía de la ciudad y que podía reclamarla en la caja del lugar.
Cuando bajamos, insistí que la pidiera porque Ale no creía que fuera gran cosa… Todo lo contrario! Se trata de una guía muy completa con muchos datos… De haberlo sabido, hubiésemos ido el primer día!
De allí, bajamos a una avenida muy cheta (se sigue usando esa palabra?), llena de barcitos y restaurantes que a juzgar por la cantidad de sillas y mesas que había, a la noche esa zona debe arder!
Aconsejados por Rod, cruzamos la plaza y de allí cruzamos un parque, el Parc de l’Esplanade. Aquí comienza o termina (según por dónde subas o bajes) la Promenade des Gouverneurs. Se trata de un paseo por escaleras inaugurado en 1960 y que baja hasta el paseo contiguo al Château Frontenac.
Conviene empezarlo desde el parque porque es todo cuesta abajo hasta el Château. Solamente hay unas pocas escaleras que suben pero son manejables porque los escalones son bastante anchos y no muy altos.
Hay muchos niveles llanos y muchos puntos panorámicos.
Una vez finalizado este paseo, nos tomamos un ferry y, gracias a Rod otra vez, lo que hicimos fue lo siguiente: Podés tomarte el ferry y pedir un boleto de ida y vuelta o de ida solo. Llegás al otro lado de la costa, a una isla, donde no tardás casi nada en llegar.
Como no teníamos tiempo de explorarla y también porque Rod dijo que no era gran cosa, nos convino sacar los tickets de ida solamente, quedarnos en el ferry, esperar y volvernos a la costa.
Aclaro que no hicimos nada raro, nadie vino a pedir que nos bajáramos y no fuimos los únicos.
Quedó algo más por hacer?
Sí! Cenar y esperar a que anochezca para sacar más fotos de Québec!
Y una vez finalizado este periplo, decidimos que ya era hora de ir a descansar.
Gracias a todos por entrar, leer y comentar. Publico todo pero casi que no me queda tiempo para contestar de a uno, como siempre hago. Apenas me queda tiempo para escribir!
Te agradezco que me hayas acompañado hasta acá!
Te quedan ganas de seguir? Próxima parada: Toronto!
Siempre es un placer “viajar con ustedes” 🙂
Que lindo viaje que estan haciendo!!! Ando con poco tiempo estos dias asi que leyendo las entradas medio a los apurones, despues seguramente las vuelva a mirar con mas detenimiento, ya que es muy bonito hacer estos recorridos virtuales a traves de tus post. estar ahi realmente debe ser fantastico, cuanto lugar lindo y experiencias!!!
segui disfrutando! beso
El día de hoy, creo que no tiene nada para descartar! todo es muy lindo o interesante.
Besos y te seguimos a Toronto.
Excelente descripción. Un placer recorrer tu relato y las fotos.
Saludos a Ale.
La verdad que Canadá es un país al que nunca tuve la inquietud de conocer, pero todo lo que mostrás es lindísimo!
Besos
Alice, siempre un placer viajar con ustedes! Che nunca se te ocurrió ser guía turística?
Besitos!!!
Un día magnífico y divino!! Por supuesto, seguimos con ustedes a Toronto…:-)
Amo tus viajes Aly… suerte en Toronto 🙂
Sos genial contando tus viajes , me encantan tus fotos, y seguí contando que desde acá disfrutamos con vos te dejo un beso!!!!!
Qué bonita Canadà!
Es tan pulcra y prolija… me encantaria visitarla. Gracias por llevarme Ali! Vamos a Toronto!
Besos