Porque el recorrido del segundo día fue más corto pero más intenso en cuanto a lo visual… y a la temperatura!
Nos levantamos temprano gracias al jetlag, a las 4 de la mañana ya estaba despierta! Así que me quedé un rato más pero a las 6 de la mañana decidí levantarme y surfear un poco la internete.
Ale se levantó al poco rato y decidimos que sería una buena idea comenzar el día con un buen desayuno. Con eso en mente, enfilamos para Chez Cora.
La zona donde nos alojamos queda muy arriba y muchas calles son muy empinadas, como las de San Francisco. Pero cerca nuestro hay un ascensor público y gratuito que se puede utilizar para no cansarse tanto!
Desayunamos rico en Chez Cora donde me sentí tan a gusto!
Fuimos a casa, pusimos los mapas en la mochila y salimos!
Pasamos por una calle llamada McMahon y llegamos a una zona de fuerte influencia irlandesa. Alrededor de 1830 llegaron muchos artesanos de esa nacionalidad pero fue a causa de la gran hambruna que hubo diez años después en Irlanda, que la inmigración fue más importante.
Hoy en día hay muchos quebequenses de origen irlandés y es importante la cantidad de pubs irlandeses que hay por toda la ciudad.
Ahí nomás está el L’Hôtel-Dieu de Québec.
Y llegamos por fin al mercado, que era el punto donde empezaba nuestra segunda caminata, por la Basse-ville o ciudad baja.
Es este un mercado no tan grande pero es muy limpio, ordenado y se vende mayormente lo que está de temporada.
Y lo que me llamó la atención es que, a pesar de que lo visitan los locales, sólo hay dos o tres puestos de comida que se cocine in situ. Se ve que la gente va a comprar y cocina y come en su casa.
(En Londres es totalmente al revés, en los mercados casi que hay más puestos de comida que se cocina ahí mismo que de puestos que vendan productos frescos!)
Mirando el mapa, parecía que el siguiente punto de interés estaba muy lejos, pero nada que ver! Todo está más o menos cerca y después de pasar por un parque donde había actividades para niños, llegamos a una plazoleta muy linda, en la intersección de las calles Saint-Paul, Saint-Pierre y Sault-au-Matelot.
Se encuentra un monumento que conmemora el 50 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Las callecitas de los costados no tienen desperdicio: hay muchos restaurantes pero también muchas galerías de arte que venden unos cuadros maravillosos como así también artesanías en pieles y cuero.
Y a partir de aquí, todo donde visitamos fue así de hermoso e interesante!
Pasamos por la calle Sous-le-Fort, donde hay muchísimas casas de souvenirs y además, como pueden ver, uno se puede tomar el funicular para subir sin ajetrearse tanto!
Y de ahí nomás, está la Rue Du Petit-Champlain, hermosa, con los negocios tan coloridos y de tan buen gusto! Aquí también se venden muchos souvenirs pero con un poco más de categoría. En su mayoría son objetos de decoración o ropa más elegante.
Como habrán visto, este itinerario fue un poco más corto que el anterior en cuanto a lugares históricos para ver pero para mí fue más pintoresco y más simpático; disfrutamos mucho de caminar por estas callecitas tan monas bajo un día de mucho sol y calor.
Hermosísismo todo. Que bueno que la estén pasando tan bien. Sigan disfrutando, que luego lo disfruto acá por este medio.
Besos amiga.
Me encantan esas callecitas, esos edificios…
Lo que no sabia era que el terreno era al estilo San Francisco, lo que le da ese toque, claro que para ir caminando…y si te toca de subida….
Precioso.
Besos!
Cuando vi las fotos de Chez Cora pensé que era un jardín de infantes, y me pareció raro que fuera parte de tu visita, jajaja!
Qué lindo todo Alice, que bueno que estén disfrutando tanto!
Besos
Si hay algo que detesto es el francés québécois eso que no hay idioma que me guste más escuchar que el francés. Hace poco vi una película de Xavier Dolan y me pasé toda la película de mal humor por lo feo que sonaba el francés…ya sé, muy boba, pero realmente lo detesto.
Igual me encantaría estar en Québec, mato por un poco de sol y calor…que se diviertan!
Estoy encantada con la arquitectura que hay en Québec. Una ciudad preciosa para vivir (en verano).
Es que no creo que aguantase los fríos inviernos de toda esa zona, pero los paisajes y las ciudades son una maravilla.
Qué lindo recorrido. Amé ese mercado…qué lujazo!!! Sigan meta vivir nomás! Besotesssss!
Que paseo interesante, después de un excelente desayuno!!
Besos!
Betty
Muy interesante. Hermoso lugar.
La cruz parece ser una réplica de la cruz de Clonmacnoise:
http://en.wikipedia.org/wiki/Clonmacnoise
Nunca habia visto una coliflor naranja, muy educativo tu post, 🙂