0
Your Cart

Pensando En Quienes
No Están

Hace muchos años cuando falleció mi hermana menor, recuerdo haber escrito en mi diario de entonces el temor que tenía al paso del tiempo, a ver mi cara en el espejo y que se refleje una mujer grande y ver el retrato de mi hermana en las fotos, de 23 eternos años. Porque esa sería la prueba irrefutable del gran tiempo pasado desde el momento en que falleció.

No me imaginaba en esos momentos cómo lo podría superar, cómo haría para recordarla sin que se me llenen los ojos de lágrimas… Bueno, te cuento que no sé si he podido superar su fallecimiento porque los ojos se me siguen llenando de lágrimas siempre que la recuerdo, como ahora.

Y este año harán 25 años de su partida, 9 de mi papá y 5 de mi mamá.

A veces creo que el duelo lo superé y otras veces creo que el duelo mismo me supera. Porque con el correr de los años, el duelo y sentir la falta de los seres queridos no necesariamente se traducen en lágrimas y tristezas. Muchas veces el duelo se nota, aunque parezca raro, en la forma en que los recordás y los pensás.

Te encontrás pensando y recordando episodios con cierta objetividad y por ahí no te arrancan una lágrima de añoranza pero sí de dolor. Porque nadie ha sido ni es perfecto y ni siquiera los padres que tanto supimos adorar lo fueron. Entonces esos padres adorados son recordados con amor, sí, pero también con la madurez que te dan los años, las vivencias y las experiencias de vida. Empezás a ver que tenían sus virtudes y te empezás a acordar de esos defectos que tanto te molestaban cuando convivías. Que a lo mejor esos defectos se esfumaron de tu memoria a partir del momento en que dejaron este mundo.

Me pregunto si esta objetividad es también parte del duelo o si es el famoso “soltar”. En este caso, por “soltar” yo quiero decir soltar el dolor que está asociado a la pérdida física de un ser querido. Mi “soltar” no es sinónimo de olvidar o de resentir.

Quién sabe si la distancia ha tenido algo que ver. Por un lado, es muy duro hacer dos viajes de 14 horas cada uno sabiendo en ambos casos que tus padres ya han fallecido. Es muy duro también ver cómo se apaga la vida de tu hermana y a la edad que tenía.

Es duro volver a tu casa, donde vivas. Lejos. Pero creo que es más duro seguir donde estás, en el lugar donde todo ocurrió. En tener que cambiar la rutina a la fuerza estando en la misma casa, mirando los mismos objetos, escuchando los mismos sonidos pero sintiendo y viendo el vacío que dejó la persona que se fue.

Es duro tratar de reconstruir una cotidianidad y también es duro cambiar de contexto y seguir como si nada. Tal vez quedándote donde todo ocurrió, el proceso de sobrellevar la pérdida se hace más liviano que el de estar lejos del lugar y casi sin nadie en quien apoyarte. A veces el número sí es importante. Por lo menos para mí.

Como sea, donde sea, si la persona que perdiste significaba algo en tu vida, se va dejándote un hueco de dolor en el pecho. Está en uno, como sea, donde sea y como se pueda, superar ese vacío, tratando de rescatar lo positivo de una situación tan dolorosa. Y lo positivo puede estar en reconocer esos sentimientos encontrados que se generan al recordar a quienes no están. Al aceptarlos y abrazarlos, es muy posible que achiquemos el dolor  y consigamos la fuerza para seguir con una sonrisa, a pesar de las ausencias.

26 thoughts on “Pensando En Quienes
No Están

  1. Hola Alicia.
    Tenes razón que la distancia debe magnificar la melancolía por los seres queridos….
    Uno aprende a vivir con el dolor de su ausencia. Nunca a olvidarlos. Y cada uno lo lleva de la manera que puede.
    Y Fernanda era un sol. Tenia una risa contagiosa que recuerdo.de jugar a las cartas en lo de Marcelo, de salir caminando al centro de Olavarria.
    Se recuerdan las cosas buenas. A veces trato de recordar como era mi padre a mi edad actual. Y entiendo más de su manera de ser.
    Pero bueno, uno sigue adelante, aprende, se firtalece con cada dolor de la vida, y lleva grabado mil recuerdos.

    Un gran aabrazo.

  2. Hola Alicia, hace tiempo te leo, pero no recuerdo haber leído que le pasó a tu hermana…
    Yo tengo la sensación de que los seres queridos no se van, siguen presentes, aunque sea con el leve aleteo de una mariposa…
    Beso grande
    Fernanda

  3. Leyendo tu relato veo que hace mucho que te sigo, lo de tus papás lo sabía de leerte desde esas épocas, si mal no recuerdo.
    Tuve 2 pérdidas grandes en mi vida, me pasa lo mismo hay veces me pierdo en los recuerdos y extrañar su presencia física, que con los años se va haciendo más real esa falta.
    Al ir a la casa de mi Nonna hoy, la encuentro una casa ajena, pero también me pasó con la casa de mis viejos (ellos viven ahí) y sin embargo yo no la encuentro mi casa. Creo que los duelos se superan así, de a poco y con un poco de desapego.
    Mi abuela me dejó mucha de su “herencia” en vida y son esos objetos, hoy transformados o no, los que me remiten a la cotidianidad de ella, a su aroma y a sus caricias.
    Sos una persona muy resilente, llevas con grandía tus duelos, cada uno a su manera y según sus días.
    Beso grande, Ali.
    Vero.

  4. Hola Alicia. Lo que sentís es muy comprensible. El dolor por las ausencias siempre está. Es como un agujero grande en nuestro camino de vida. Está en nosotros hacer todo lo posible para seguir adelante, usando todos los recursos posibles para pasar al lado, cerca o lejos de ese agujero, sabiendo q eso siempre va a estar allí. Podemos evitarnos el sufrimiento, honrando esas memorias con recuerdos que nos inspiren sonrisas. Y en honor a los que partieron, podemos elegir abrazar la vida con mucha alegría, dando y recibiendo amor.
    Te mando un abrazo fuerte fuerte.
    Marisa

  5. Que profundo y que compartidos son tus pensamientos por mi. Estoy emocionada , tal vez pensando en mis seres queridos que ya no están!!! A veces me pasa que no podes preguntar sobre cosas vividas o alguna duda sobre algo que solo con ellos viviste. No tengo una distancia tan extensa de donde vivíamos como vos, pero si una gran distancia temporal. Beso grande Alicia, todo micariño

  6. Muy profunda tu reflexión. Cuando la persona que se fue es muy querida y cercana, aunque hayan pasado muchos años, una fecha, un aroma, una melodía… pueden sorpresivamente provocarte una lágrima. Otras veces recordás con una sonrisa, incluso con una carcajada!! Creo que el recuerdo y algo de dolor nos acompañarán toda la vida. Y coincido con vos, estar lejos o cerca tienen ambos pros y contras en cuanto a la duración del duelo. Pero el duelo es lo inmediato, hasta el primer año, después es nostalgia, cierto dolor… A mí, por ejemplo no me entusiasma volver al barrio o la casa de la infancia, prefiero recrearlo en mis recuerdos cuando así lo desee. Te felicito por haber escrito tus sentimientos, y de tan bella manera. Es terapéutico. Un abrazo

    1. Gracias Cecilia, tan cariñosa siempre! Tenés razón, a veces una fecha o una canción incluso te traen recuerdos de quienes no están. Besos!

  7. Hola Alicia, se me apretó el corazon de leerte, como expatriada entiendo bien ese vacio, ese dolor que se siente al vivir tan lejos -en tiempo y espacio- de esos recuerdos del hogar en la primera parte de nuestra vida, y sobre todo de las personas que ya no estan. A pesar que tus palabras transparentan dolor te agradezco mucho compartir tu reflexion. Te mando un gran abrazo.

    Lorena@belgica

  8. Hola Alicia!! Me siento identificada con vos!! Yo también perdí un hermano, mi papá y hace 5 años a mi mamá!! Por más que pasen los años uno los sigue necesitando y recordando!! Yo a veces cuando no recuerdo algo, digo voy a llamar a mi mamá y le pregunto, ahí me doy cuenta que no está más!! Es duro pero seguramente es normal!! Pero es como vos decis, hay que juntar fuerzas y recordarlos con una sonrisa a pesar de sus ausencias!!

    1. Hola Normi, muy fuerte lo que me contás y me pasaba parecido al principio cuando falleció mi mamá. Yo llegaba a casa de trabajar y lo primero que hacía era llamarla y los primeros días era como que sentía que tenía que hacer la llamada y ahí mismo me daba cuenta. Gracias por compartir tu historia. Yo también me sentí identificada con lo que me contás.

  9. Me emocioné hasta las lágrimas. Te abrazo, Alice. Uno convive con esas ausencias, pero todo se resignifica inevitablemente.
    ❤️

  10. Hola Alicia! Cuanto siento lo que acabo de leer. Yo perdí a mi hermano mayor (33 años) hace casi tres años, y no hay día que no lo recuerde. A veces con una sonrisa, y a veces con una tristeza tan grande que me pregunto para que sigo vivo. Sus risas, ocurrencias, comentarios, su voz, su presencia. La eterna ausencia duele, mucho. Solo queda resignarse y no quebrarse, tengo a mis viejos y hermanos menores a los que debo apechugar. A vos, a mi y a muchos el destino nos ha golpeado muy fuerte y con el tiempo uno aprende a sobrellevar estas desgracias, a seguir adelante y a recordarlos con una sonrisa. Te mando un fuerte abrazo!!!

    1. Hola Franco. Gracias por tus hermosas palabas y compartir tus sentimientos. Siento que hayas tenido la pérdida que tuviste y que te pongas tan triste. A mí me sigue pasando a pesar de los años transcurridos pero hay que aprender a resignarse, a vivir y convivir con el dolor. Muy importante como decís, recordarlos con una sonrisa. Un abrazo grande para vos.

  11. ¡Hola Alicia!, me has hecho soltar una y mil lágrimas con tu post, yo perdí a mi padre, lo vi muy temprano antes de irme a trabajar, después de dos horas me llaman para darme la noticia, un infarto 🙁 , han pasado ya 14 años y aún lo sigo buscando y necesitando día a día, es muy difícil aceptar que ya no estarán físicamente mas con nosotros y solo queda el dolor tan grande en el corazón, solo queda recordarlos con una sonrisa. Espero tu tristeza no sea larga y tu corazón tenga paz, te envío un fuerte y sincero abrazo.

Comments are closed.