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Moras, Pajaritos Y Torta


Pensar en moras es traer a mi memoria imágenes de cuando era niña, de los días de verano y de mis deditos teñidos de color violeta.

Desde que tuviera uso de razón, durante mi infancia, para mí lo más normal era despertarse con el canto de los gorriones. Por más idílico que suene, yo los odiaba porque molestaban de muchas formas: No estaban ni enjaulados ni había árboles cercanos donde ellos pudieran anidar; estos pajaritos vivían en los agujeros que había en el cielorraso de la galería del fondo de mi casa.

Alguna vez cuando yo fui muy niña, el cielorraso se desplomó con parte de los ladrillos huecos que se habían usado para construir el techo de la galería.

Como no había dinero para repararlos, por años y años los agujeros quedaron al descubierto, convirtiéndose en cómodos penthouses para que los gorriones anidaran.

Yo no era la única que los detestaba: Mamá enfurecía cada mañana al levantarse y tener que baldear el piso, lleno de caca de pajaritos. Peor era cuando llegaba la primavera y empezaban a nacer los pichones y encontrábamos huevitos rotos en el piso o pajaritos recién nacidos y pelados, muertos, obviamente.

Pero en el verano teníamos por qué agradecerles a los gorriones: por ellos, sabíamos cuándo las moras estaban listas para comer. En el fondo de su casa, mi vecina tenía un árbol gigante de moras y cuando maduraban, estos pajaritos se daban una gran panzada diaria y para cuando volaban de regreso a sus casitas, sus intestinos traían la buena nueva, dejando marcas violetas sobre el piso de la galería.

Beneplácito para mi hermana y yo, y odio total para mi madre, que lavar el piso de caca violeta todas las mañanas llevaba más trabajo que de costumbre!

Ya en el jardín de mi vecina, Ileana y yo esperábamos abajo del árbol a que mi hermana y Sergio treparan a las ramas y bajaran las moras. Las lavábamos? No lo recuerdo. Pero no me olvidaré jamás del dulzor de esos frutos calentitos de sol de verano.

Por eso ver moras en el supermercado me tentó a comprarlas, como una forma de conectarme con mi infancia a través del sabor. Compré tres cajas de 200 gramos cada una, pensando que comería un puñado cada noche. Pero el sabor no era lo dulce que yo esperaba.

Y quedaron en la heladera y antes de que se pusieran feas, decidí hacer algo con ellas.

Se me ocurrió una torta parecida a la Strawberry Cake Forever pero busqué otra receta. Encontré la receta de un streusel de frambuesas y decidí adaptarla un poco.

Resultado: Una torta fácil de armar! Pero requiere mucha atención una vez que se pone en el horno. A decir verdad, yo le estuve encima cada 15 minutos porque era la primera vez que la hacía y tenía miedo de que se quemara.

Ahora que ya la hice, creo que con un primer intervalo de 30-40 minutos es suficiente para abrir el horno, taparla con papel de aluminio y dejarla otros 20-30 minutos más.

Tenía miedo de que no alcanzara e hice el doble de la receta para la torta y me salió alta pero se puede hacer con las proporciones que copio abajo y sale una torta más finita.

Ingredientes:

150g de almendras en polvo
150g de manteca blanda

150g de azúcar

150g de harina
(o harina leudante pero no agreguen polvo de hornear si optan por esto)
1 cucharadita de polvo de hornear
1 huevo grande

250g de moras o frambuesas (el doble si hacen el doble de masa)

Preparación

– Enmantecar un molde alto de 20 cm de diámetro.

– Hacer una crema con el azúcar y la manteca.

– Agregarle el huevo y mezclar bien.

– Agregarle los ingredientes secos mezclados y combinar bien.

– Tomar la mitad de la masa y aplastarla sobre la base del molde con un tenedor mojado con agua o con un pisapuré (o como se llame, ya me olvidé cómo se dice). Yo usé esto último y se esparció más parejo.

– Colocar las moras o frambuesas enteras, sobre la base.

– Poner el molde en la heladera y la otra mitad de la masa en una bolsita y meter al freezer.

– A la media hora, prender el horno y sacar la masa del freezer y el molde de la heladera.

– Ahora viene lo divertido! Si la masa que se sacó del freezer está muy firme, se la puede rallar. Si no, se la puede desmenuzar con los dedos y todos esas escamitas se esparcen sobre las frutas.

Moras parcialmente cubiertas.

Como yo hice el doble de cantidad, una vez que cubrí las frutas con las escamitas de masa y vi que me quedaba, fui agregando y agregando hasta cubrir totalmente las frutas y presionando un poquito para que no se aplasten.

– Poner la torta en el horno y vigilar a la media hora más o menos y es muy posible que tengan que cubrir el molde con papel aluminio porque por afuera va a estar dorada pero por adentro todavía estará cruda.

– Vigilarla cada 15 minutos. Cuando les parezca que ya está, atraviesan la torta con un palito y fíjense si sale limpio, es que está lista.

En el horno en condiciones ideales.

Cuando yo la saqué, intuí que le faltaba unos cinco minutos porque estaba doradita pareja pero el centro estaba un cachitín más claro.

Recién sacada del horno…

Al rato, ví que no me había equivocado, se hundió…

Me encanta cómo se ven las marcas de las moras quemadas en el costado de la torta!

Así que fíjense bien, cuando crean que ya está lista, si el centro está un poquito más claro, déjenla en el horno un ratito más!

La llevé al trabajo con un poco de pudor… pero a quién le importó el hueco! No quedó nada!!!

27 thoughts on “Moras, Pajaritos Y Torta

  1. Salió espectaculaaar y enooorme!!!

    Che, a la fruta no se le agrega azúcar ni nada??? Es que yo soy muuuy dulcera. Yo la espolvorearía con azúcar, at least.

  2. MMMM QUE TENTACION!!!!TENGO UN ARBOL EN MI CASA DE MORAS BLANCAS,ME DISTE UNA BUENA IDEA!!!

    LA OTRA VEZ QUE VINE A TU BLOG HABLABAS DE LAS PIZZAS HOY LLEGUE PARA EL POSTRE JAJAJ!!

    ABRAZOS…♥

  3. ¡Qué buena que te salió la torta! Me encantan las moras, yo también tenía un montón de árboles cuando vivía en la quinta, ¡qué dulces eran! Y muchas me comía sin lavar.

    Besos.

  4. Quelindo recuerdo de tu infancia Alicia. A mi me pasaba lo mismo pero con las frutillasl recién arrancadas de la planta y en su justa maduración son riquísimas, peor no es el sabor cuando las compras. A las frutillas las disfrazó con azúcar y crema. Tiene lindo aspecto tu torta, que lásitma que no la puedo probar. Besos tía Elsa.

  5. que ricas las moras… cuando era chica, a la escuela adonde iba la habian “decorado” con arboles de mora alrededor del perimetro…todo el perimetro de la escuela. Claro…habia temporadas en que los guardapolvos blancos, no eran blancos…..
    Que rica torta!

  6. Con la pinta de rica que tiene esa torta, quien le iba a mirar el centro hundido?!
    Como siempre, me guardo la receta!
    Besos dulces

  7. Hola Alicia!
    No era a propósito el desnivel en el centro? A mí siempre me salen así las tortas! jeje!
    Tengo una amiga que me pasa todas las recetas que hago, ella también se llama Alicia así que las recetas de Primo Humberto me las proveen todas ALICIAS. Me llevo esta anotadita a mi recetario! Con frutillas también debe quedar muy rica no?

    Besos

    J

  8. A pesar de la dieta te digo que me encantaria trabajar con vos 🙂
    Cuando era chica también comia moras, habia un árbol en la calle en la otra cuadra de casa y con mis amigas saliamos a jugar y a buscar moras.
    Me re acuerdo de la vereda violeta, que lindos recuerdos.
    Creo que las moras para mi también tienen sabor a infancia.
    Muchos besos!

  9. ALI… QUE LINDO Y DULCE RECUERDO, COMO EXTRAÑO ESE ÁRBOL….
    ¿TE ACORDÁS DEL ÁRBOL DE NISPEROS QUE ESTBA JUNTO A ESE? ERAN NUOS FRUTOS RIQUISIMOS Y EN LA FRUTERÍA NO SE CONSIGUEN.
    …. ME ESTOY TENTANDO CON TANTAS COSAS RICAS QUE DAN GANAS DE VOLAR A LONDON!!!!!!

    MIL BESOS

    LOLI

  10. Ay Alicia!!! Voy a ver si hay avión con destino a Londres esta noche y me voy a colgar de un ala para ir a robarte un trocito de esa tarta (soy adicta a las moras!!!)

  11. Justamente por estos días yo también andaba por mi blog añorando las moras infantiles. Es una realidad que cuesta mucho comercilizarlas sin que se hagan agua, y supongo que las arrancarán verdes y por eso no tienen el mismo sabor. Lo importante es que pudiste aprovecharlas de la mejor manera, quién te dice si no volverías a comprarlas solo para hacer esta buenísima torta?
    Cuando yo era chica en Mar del Plata, ciudad donde ibamos a pasar el día desde Pinamar y que no me gustaba demasiado en ese entonces, había una casa de tortas de una alemana, si no recuerdo mal era Edelweiss, que vendía una tarta de moras espectacular. Pero como nunca pasó la receta, esta debe ser igual de buena.

    Besos!

  12. Uy, llevo 10 minutos babeando… La semana pasada hice yo mermelada de moras que me trajo un vecino.
    No había visto nunca recetas de bizcocho que la masa estuviese así a trocitos.
    Mañana me pongo, pero la haré con trocitos de melocotón que es lo que tengo ahora y te cuento!

    beso.

  13. Mmmm… exquisita, andaba yo buscando una torta con moras y te encontré.

    A mi también me devuelve a la niñez, cuando las recogía en las zarzas y llegaba a casa cono las manos, los dientes y la ropa toda morada.

    Enhorabuena por el blog.

    Besinos

  14. No me extraña que nadie reparara en el hueco, tenia que estar deliciosa y desde luego el aspecto es impresionanta, ese molde tan alto me ha encantado…y la historia de los pajaritos me ha hecho sonreir mientras la leia…un besito

  15. espectacular y deliciosa, me imagino el sabor, me encanta tambienla fusion de los colores, las moras son tan delicadas y sabrosas que deberian ser patrimonio de la humanidad. Apuntada queda la receta, besitos!

  16. yo tambien comia moras en verano!!! en la quinta de mis tios. ahora hace mucho que no voy. pero era genial! habia blancas y negras. btw, me gusta el nuevo estilo del blog, mas limpio y claro. no se si ya lo habia comentado. que sigas bien y cocinando! saludos!

  17. Geniales las recetas con historia! Yo tambien tenia una planta de moras – blancas – en la casa de mis abuelos y me encantaban comerlas… sin lavar y calientes en pleno enero!

    Tomo nota, tiene mucha pinta!

    Saludos!!!!

  18. Flor,

    yo no quise agregarle, pero si vos querés, podés hacerlo aunque creo que eso, a lo mejor hace que aumente la humedad de la torta. Probalo y me contás!

    Klau,

    hacelo con moras blancas, me despertó curiosidad!

    Analía, Matichica, Kyra, Adelina, Gris,

    gracias!

    Mariela, Mai,

    justamente, creo que las moras es una de mis frutas preferidas porque las asocio con mi infancia, al igual que vos.

    Tía Elsa,

    vení a visitarme y prometo hacerte una!

    Mariana,

    qué lindo, una escuela con árboles de moras!

    Mai,

    guardátela pero hacela y mostrame la foto!! Besos Mai!!!

    Cyberfelina,

    siiii, pisapapa, gracias!!!

    Julieta,

    probalas con frutillas!! Saludos a mi tocaya!

    Silvi,

    no sirven? son silvestres?

    Loli,

    claro!!! El árbol de nísperos, también tiene que ver con los veranos infantiles!!! Vengan, así les hago la torta! Y es verdad, estos frutos en las verdulerías en Argentina, no se consiguen!

    Violet,

    sí, vení, vení!

    Lola,

    gracias por el cumplido, los alemanes son expertos en tartas!!!

    Acacia,

    engorda la vista!!! 😀

    Verónica,

    muy buena idea con, lo que nosotros llamamos, duraznos!

    Hilda, Ma. José,

    muchas gracias y bienvenidas!

    Vnd,

    sí y me contás cómo salió!

    Pity,

    a vos seguro no te sale con el hueco en el centro!!! Besos!

    Gonz,

    por lo que leo, las moras blancas son muy comunes! Nunca comí una, podés creer! Besos!

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