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Momentos Felices

Me acuerdo que, cuando era adolescente, un pensamiento (y hasta diría, una preocupación) recurrente era preguntarme si alguna vez iba a ser feliz.

Me lo planteaba con cierto temor; creía que ser adulto era sinónimo de no ser feliz, de tener obligaciones que no te gustaban, de tener problemas. Creo que, más que nada, mi temor era a crecer, ahora que me veo con ojos de adulta.

Lo que yo no sabía es que a medida que uno crece, va teniendo responsabilidades y problemas y preocupaciones acordes a la edad y eso hace que, a pesar de que nunca sean bienvenidos, uno pueda hacerles frente utilizando estrategias que, o bien las aprendés a la fuerza o te las enseñan.

Y uno entonces va surfeando la vida adulta entendiendo que la felicidad plena no es eterna ni se te aparece de repente. Entendés que no serás del todo feliz porque siempre habrá algo o alguien que te falte y esta conclusión no significa que tengamos que resignarnos y amargarnos por eso.

Qué tiene de malo ser feliz de a ratitos si, cuando nos sucede, lo disfrutamos?

Yo sé que me encantaría compartir momentos lindos, plenos, felices con mis padres, que ya no están. O con mi familia, que está lejos.

Pero cuando siento que estoy pasando un momento pleno, sobre todo de tranquilidad, cuando parece que todo tiene sentido en tu vida, es ahí cuando me pregunto si ese momento no se parece tanto a un momento feliz.

Anoche llegué de trabajar, la casa estaba en silencio, cené (yo ceno a las 6pm) y luego me puse a tejer al crochet. Ale llegó, le di un besito, cenó y comenzó a mirar una serie y yo mientras seguía con el crochet y me sentí tan cómoda! Y tan a gusto, a pesar de estar cansada después de trabajar!

Me fui a dormir contenta cuando llegó la hora de ir a la cama. Sentí que había tenido un momento feliz y eso, por supuesto, me puso feliz.

Seguro que a vos también te pasa! Contame, cuáles son esos momentos felices?

24 thoughts on “Momentos Felices

  1. Sabes que ayer me paso algo similar??!! Bueno, por suerte me viene pasando seguido, pero justo ayer me paso mientras tejia, como vos….Estaba sentada en el sillon, tipo cinco de la tarde serian, le dije a Feli que se pusiera a hacer la tarea, entonces Clara, que lo imita en todo, tambien tenia que hacer “alguna tarea” y se puso a dibujar, yo agarre las agujas y me puse a tejer y levante la vista y lo vi a Feli acostado en el piso leyendo e intentando comprender las consignas del libro y Clara arrodillada en la mesa ratona haciendo un dibujo y hablando como cotorra como siempre y me empece a reir sola de la ternura que me dio la imagen!!

  2. Por supuesto que lo que describís son los momentos felices. Si felicidad solo fuera viajar estamos perdidos.

    Yo creo lo mismo, estar tranquilos en casa, desayunar juntos, salir a caminar porque sí, de eso se trata la felicidad.

    1. Sí, no, esa paz que se siente cuando estás en un momento doméstico que disfrutás. Creo que cuando uno aprende a disfrutar la cotidianeidad, ahí encuentra felicidad!

      1. Completamente de acuerdo. Es difícil encontrarla, es por eso que uno busca y busca. Y va adoptando nuevos gustos y costumbres, los factores externos influyen pero uno trata de encontrar esa calma, esa felicidad y se va encontrando dentro de ella.

  3. Q hermosa tu última descripción de la felicidad! Muy literaria. Es así . Un placer leerte.

  4. Yo creo que la felicidad plena no existe, por eso me cuesta tanto creer en la gente que vende el estado de felicidad constante (los maestros de autoayuda o los gurús de la felicidad). Nadie puede estar todo el tiempo arriba ni tomar todos los problemas como algo que pasa pero ya va a pasar, creo que hasta el Papa debe mandarse una puteada cada tanto, a mí no me embroman.
    Entiendo perfectamente lo que decís de querer compartir las cosas buenas con la gente que amas, es mi miedo más grande, no saber qué va a ser de mí cuando mi familia ya no esté, y te digo más, mi hermano me lleva 10 años y me da pánico pensar que él se va a morir primero y voy a tener que convivir con su ausencia. Cuando se murió mi tía Rosa (la tejedora de la que hablé en otro comentario) sentí que una parte de mí se iba con ella, y cada vez que me presento en un teatro siento que la extraño un poco, porque nadie confió tanto en que iba a cumplir mis sueños como ella, y que no me pueda ver es tremendo. Pero sé que lo hace, en algún lugar.
    Los momentos felices, los hygga moments como se les dice ahora, son tan efímeros a veces y basados en cosas tan simples como una rica taza de té, una ducha calentita, comida rica y casera, una palabra de aliento, un gesto. Anoche por ejemplo, salí del teatro y una señora muy muy humilde me sonrió en la parada del bondi, le sonreí de vuelta y me hizo un gesto con la cabeza, como esa gente que agradece callada. Son pavadas, pero si uno le diera más bola a esas pavadas nos dejaríamos de quejar por otras cosas y agradeceríamos más que al menos podemos tener esos instantes de felicidad.
    Se me fue a la luna el comentario, pero va con amor.

    1. Me emocionó lo que me contás de la señora que te sonrió, qué hermoso momento que supiste valorar. La señora seguro también recordará tu linda sonrisa, Aya. Besitos y gracias por tu comentario, largo o corto, sabés que los valoro igual!

  5. La felicidad es eso… la suma de hermosos momentos… los gloriosos y los no tan rutilantes… pero que son una caricia al alma… Me alegro por vos Ali…

  6. Excelentes reflexiones, Ali!!!! Me senti totalmente identificada… Aprender a disfrutar esos momentos de tranquilidad y bienestar con una misma es la clave!!!! Vengo de unas semanas algo complicadas con mi vieja internada (que ya se recupera, por suerte)… y hoy me levante con la sensación de q esta todo mejorando de a poco, volviendo a su cauce y lo disfrute! Todavia estoy disfrutando de esa sensación de tranquilidad…

    Besos!!!!!!!

    1. Qué lindo saber que tu mamá mejora, claro que eso ayuda todavía a tener esa sensación de felicidad. Y muy importante lo que decís, que hay que aprender a disfrutar de esos momentos! Besos y que tu mamá siga mejor!

  7. Coincido .Son momentos felices, una buena noticia, disfrutar de los preparativos de un viaje, algo de la naturaleza, que le vaya bien a una persona muy querida… Creo que “la felicidad” no se puede experimentar, sí el tener buena disposición y valorar el aquí y ahora de los miles de momentos felices de lo cotidiano y de las situaciones especiales.
    Un abrazo

  8. Hola Ali!, que lindo lo que escribís, disfrutar de esas pequeñas cosas cotidianas que nos dan felicidad. En mi caso tengo la suerte de tener aún conmigo a mis papás (que aunque están divorciados hace mucho nunca dejamos de ser una familia) a los que a diario no me canso de decirles que los amo. Mi esposo con quien hace 19 años que estamos juntos y tenemos un hijo maravilloso de 17, mi hermano que es mi otro yo y mis hermosos sobrinos, mis amigas de la infancia que mas que amigas son hermanas, me da felicidad disfrutar de ellos y su felicidad es la mía también, me da felicidad organizar un viaje, me da felicidad leer, disfrutar de un rico café, mirar el mar, ver nevar, escuchar la lluvia caer, robarle unos rayitos al sol, me da felicidad despertarme cada mañana y creer que será el mejor día de mi vida, soy una persona optimista, me gusta ver siempre el lado lleno del vaso aunque muchos por eso dicen que vivo en una nube, pero bueno esa nube es en la que elijo vivir y cómo vivo despreocupada por la opinión ajena ser así también me da felicidad jajajaja. Saludos!

    1. Tal cual, Gaby, creo que uno empieza a ser feliz o a disfrutar de serlo cuando valora lo que tiene, lo que ha hecho y también cuando menos se preocupa por el qué dirán! Muchas gracias por tus ideas!

  9. Ay, Alice…tus pensamientos y sentimientos en forma de post siempre me dejan una sensación tan especial…
    Tengo la edad de “Ale” y cuando era adolescente, lo único que pensaba era cuántos hijos quería tener (Tal vez sin saberlo, por supuesto, la vida o mi inconsciente, me preparaban para mi difícil parea como mamá.). Quería tres, ése era mi número deseado, pero tuve que decidir que sería solo uno. Cosas de la vida.
    Siempre leí que cuando somos felices no nos damos cuenta, que lo valoramos años más tarde, cuando no nos sentimos así…
    Hoy sí puedo decir a conciencia cuándo soy “feliz”: Con cada avance de mi hijo, cuando me “felicitan” por cómo lo crío y educo; cuando, siendo un osezno de diecisiete años, se me acerca para que lo bese o abrace (Más allá de todas las quichicientas veces que lo hago sin su “permiso”. :D).
    También me siento feliz cuando canto o comparto música con amigos, es una inyección de endorfinas magnífica!
    Aprendí a descifrar esos momentos de felicidad y disfrutarlos el tiempo que duren.
    Para mí, los seres humanos nos enfocamos y puntualizamos más en lo que nos hace sufrir, que en lo que nos da placer o felicidad, ignorando el momento en que los experimentamos, para atesorarlos y valorarlos.
    Creo que éso lo aprendemos, como casi todo, viviendo.
    Una vez más, gracias por compartir tus vivencias. <3
    Te mando un fuerte abrazo virtual transatlántico.
    Lau. 🙂

    1. Querida Laura, sos amorosa total! Muchas gracias por tus cálidas palabras! Tenés razón cuando decís que a veces nos enfocamos en el sufrimiento y los momentos felices, lo que te puede pasar seguido, pasan como desapercibidos. Claro que nos damos cuenta de ello cuando ya no los experimentamos. Tengo que agradecerte también que hayas compartido tu experiencia de mamá y te felicito yo también aunque no te conozca ni a vos ni a tu hijo: Si recibís felicitaciones sobre cómo es, es prueba de que sos una excelente mamá! Besos!

  10. Que lindo post Ali!!! Coincido en que la felicidad son esos pequeños momentos que nos sacan una sonrisa o simplemente sentirnos bien en la comodidad de nuestro hogar. Es rescatar y vivir con alegria y tranquilidad lo cotidiano. Por ejemplo hoy mi marido salía de viaje y tenía que salir de casa 5 am , yo dormía y me despertó él entrando a mi habiatacion con nuestro hijo de 4 que se había despertado y lo siguió hasta la puerta para despedirse, ese momento me dio una ternura infinita y seguro el tbn se fue feliz con el gesto de amor de nuestro hijo. Beso grande!

  11. Como estás Alicia? A veces (para algunos) hay momentos muy, muy puntuales, y aunque no signifique que no haya otros momentos de felicidad, esos son perfectos, redondos y puros.
    Soy un hombre de 51 años en pareja, con dos hijas ya mayores, tengo mi trabajo y, gracias a Dios, buena salud. No me puedo quejar de nada, y de hecho no lo hago. Ahora, la perfección absoluta se logra cuando suena el teléfono de casa, veo el número y la sonrisa se me dibuja sola. Levanto el tubo y del otro lado se escucha:

    – “Hola, Andrés? habla mamá”

    Saludos, como siempre, un gusto leerte.

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