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La Tota y La Porota

Conocí a Gerardo cuando ya era una mujer adulta, madura e intelectual de 14 años (así me sentía entonces!) y él era un niño de 11. Nos conocimos a través de su hermana Fabiola, compañera del colegio y supongo que habrá sido en el Instituto Argentino de Cultura Británica de Quilmes.

Siempre nos encontrábamos los cuatro (Fabiola, Gerardo, Sebastián – el otro hermano de Fabiola- Fabiola y yo) antes de entrar a clase y quién sabe las cosas que hablábamos entonces, pero Gerardo y Sebas no se iban nunca a clase sin que antes yo les pellizcara los cachetes a ambos. Pobres, eran unos santos, no querían pero me aguantaban igual!

Los años fueron pasando, Fabiola y yo seguíamos igual de maduras, intelectuales y superadas, pero sin embargo, cada vez que iba a lo de Fabi, que no era muy seguido, saludaba a su hermanitos. Obvio, para mí eran “re-chiquitos”!

Después del secundario no supe nada de ellos, a Fabi la vi cada vez menos hasta que un día pasó algo increíble:

Era el año 1997 y yo estaba en Philadelphia, EEUU. Estaba alojada en el hostel y había unos chicos argentinos y nos pusimos a jugar al pool y a charlar. Uno de ellos me preguntó dónde vivía y le dije “Quilmes”, “Ah, yo conozco un chico de Quilmes…” y enseguida (porque me imaginé la que se venía) aclaré: “Pero mirá que Quilmes no es un pueblo, eh? No es que vos tirás un apellido y ya lo conozco…” “Es un chico compañero de la facultad, se llama Gerardo Fontenla” “Ay, sí, LO CONOZCO!!!!”.

Me había preguntado por Gerardo, el hermano de Fabiola!!!

Harán unos 3 años Fabiola me encontró en el cyberespacio y fui a visitarla a su casa y conocí a su familia. Y seguimos chateando este año y me pasó el email de Gerar. Empezamos a encontrarnos en el chat, él desde Madrid y yo desde Londres y comenzamos a denominarnos “La Tota y La Porota” porque no paramos de chusmear!!!

Chusmeamos de todo y nos dimos cuenta de que somos i-gua-li-tos en cuanto a gustos y preferencias (de películas, de música, de comedias musicales, de lo que sea). Diría que Gerar es mi alma gemela!

Por ejemplo, nos dimos cuenta de que para la época de Navidad, ambos ponemos, a la tarde, CDs de villancicos! Ambos crecimos viendo y divirtiéndonos con las películas de Jerry Lewis! Ambos adoramos las comedias musicales!

Así que Tota querida, este sábado nos reencontraremos después de tantos años de no vernos y te voy a pellizcar los cachetes lo mismo, no te vas a salvar!

Este sábado salgamos a baldear la vereda que tenemos que ponernos al día con los chismes sobre la Doña Elena y el Marichalar!

3 thoughts on “La Tota y La Porota

  1. que risa me ha dado…pero que lindo tener una amistad asi…yo tengo algunas asi y ahora ire al reencuentro tambien jaja , me encanto la frase del final.

    Bueno a la tota la habia visto , pero a la porota no creo 😉

    Besos,
    Karla

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