Provengo de familia italiana, donde obviamente, se hacía culto a la comida. Aunque si lo pensara mejor, en realidad se hizo siempre culto a la reunión familiar con comida.
Cuando era chica, solíamos reunirnos el 1 de enero en la casa enorme de un tío donde estaba la mesa larga con fuentes y bowls llenos de comida que cada familia traía. No recuerdo qué se comía, era muy chica y a mí lo único que me importaba en ese momento era jugar con mis primos.
Durante mi adolescencia. ya no nos reuníamos tanto. El tío de la casa enorme había fallecido y las familias que nos reuníamos lo hacíamos en menor número. Pero siempre había una razón para festejar. Y comer.
Yo comencé a sostener la teoría de que la generación siguiente a la de nuestros padres y abuelos (o sea, la nuestra) era más consciente de cómo comer sanamente: En mis veinte, en unas de las últimas enormes reuniones por el aniversario o cumple de un pariente grande, había observado que nos sentamos todos en las mesas largas y la comida traída por todos se había puesto sobre otra mesa y allí íbamos a servirnos cada uno lo que se nos antojara.
En esa oportunidad, ya no me importaba jugar con mis primos sino charlar con ellos. La conversación fluía y nuestros platos iban quedando vacíos mientras los viejos iban y venían de la mesa con los de ellos llenos de comida. Por ahí escuchamos a un par de tías cacarear lo del título. Fue graciosísimo porque igual no paraban de comer!
Creía yo que todos nosotros los primos éramos re cool, mirá qué poco como, no vivo para comer, qué horror!
Pero el paso del tiempo o las ansiedades o los problemas o la adultez misma te lleva a comer y lo poco que comas de más, se empieza a notar. Y si no te importa el rollo de más, justo cuando empezás a gozar de la comida, tenés que cuidarte del colesterol, de la diabetes y andá a saber de qué más y sin embargo, le das y le das a la comida. Por qué?
Injusticia!
Priiii!Nueno imaginate Leone
Sacco, obvio familias italianas, reunirse es la excusa para comer, siempre mucho pero mucho y de todo, si hay miseria que no se note, decia mi abuela. Y hoy seguimos parecido sólo que en la semana nos cuidamos un poco, más que nada por el colesterol jua! Besos tía Elsa.
Si es que nos gusta mucho darle al alpiste!
Los españoles siempre decimos que todo lo celebramos comiendo y bebiendo.
Pero vamos, que por lo visto, no solo nosotros lo hacemos asi.
ayyyy si, el tema de la comida, que horror! lei el post y tuve que comentar porque me toca de cerca. En mi casa hay un problema de obesidad terrible, el unico que no engorda es mi hermano porque es deportista profesional pero todos los demas…porque sera? porque sera que uno no puede parar de comerrrr????
En mi casa también somos todos gordos menos mi hermana pequeña que se muuueeeere de hambre todo el santo día (lo sé porque la queja es contínua)
Y me hiciste pensar en comidaaa!! Queteparió…
ALICIA, QUE LINDO RELATO! ME ENCANTO. ES CIERTO, UNO VALORIZA LA COMIDA CUANTO MAS GRANDE ES. PERO A ESA EDAD EMPIEZAN LAS RESTRICCIONES POR ESTETICA O SALUD.
TE FELICITO. SALUDOS CORDIALES DESDE BAIRES.
Es así, tal cual. Yo me hice un checkeo y ayer mi doctora me dijo que mis analisis salieron super, pero la balanza esta en mi contra. Todavía no tengo “sobrepeso”, pero “el lomo” hace rato que no es mas lo que era… en fin
Empezaremos a mirar la ensalada con mas cariño (que triste)
Saluditossss
ejjej no sabes cuanto te entiendo!! aca es exactamente igual. Este sabado tengo el casamiento de una de mis primas, asi que la dieta …chauuuuuuuuu ejjejje
un abrazo gigante!!!
natita
Yo tambien vengo de familia italiana, pero por suerte siempre hemos tenido buenos habitos con la comida. Nunca bebimos en casa otra cosa que no fuera agua, nunca tuvimos de postre otra cosa que no fueran frutas; no se usaba ketchup, ni se comian hamburguesas, y mucho menos comida congelada, y nada de alcohol.
Ahora que lo pienso, eramos un embole…jajaja
Dios! Imposible la reunion sin pensar en la comida!
Mi familia son mas tranquis, no va a have rmucha variedad en la mesa: un corte de carne, uan ensalada y listo: son los tipicos quejosos que a uno no le gusta A, a otro no le gusta lo B…. o sea, todo se reducia a lo mismo.
En cambio, mi famiy in law … es el otro extremo: somos 5 a comer y hay por lo menos 4 tipos de ensaladas, dos entradas, un plato fuerte … todo casero! Yo, FELIZ!!!
Saludos Alice!
Huy, pues a mí me chiflaba cuando venía alguien a comer o teníamos una celebración y, desde bien pequeñita, la comida era un flash porque no eramos demasiado ricos y yo creo que nunca estaba llena… Ahora que cocino yo, suelo aprovechar absolutamente todo, eso me quedó y aprendí bien, y hacer que queden las cosas sabrosas. Mi marido dice que soy medio alquimista, pero debe ser que el tener poco te hace despertar la imaginación!
Besitos, ah! Te mandé un mail con una pregunta.
Alii, hoy justo hablamos (our 1st time ever) de comidaaa!
Yo x suerte como poco, en cantidad y variedad… Igual creo que hay momentos en los que cuaaalquieeeer persona se pasa de sus límites, típico en las fiestas…
No tengo familia de reunirse mucho y a comer, pero a lo mejor por eso siempre soñé con alguna vez formar la super mesa propia…
Ahora que veo que, sin dudas, esa tremenda mesa acarrea kiiilos y kiiilos de comida, mmm, lo repienso!
jajajajaja!
Besos Alii… espero haya estado rica hoy la cake con Rod!
Bel.
Las reuniones sociales van acompañadas muchas veces de comida.
Es dficil cuidarse a la hora de comer, sobre todo fuera de casa cuando nos vemos con amigos.
Nadie te invita a comer zanahorias hervidas con brocoli, por mas que sea muy sano. Por lo general nos sierven platos algo mas elaborados, con grasas saturadas y todo lo que NO debemos comer…
En fin…hay que cuidarse en la alimentacion diaria lo mas que se puede.
Por alli he leido que “somos lo que comemos”, ¿sera cierto?
Abrazos
be de montreal
Y si Alice… no hay nada mas lindo que la “famiglia unita” en una mesa larga y lleeeeena de comida!
Cuanto comen los tanos! Y lo peor es que contagia!!!
Besos
Aunque sea sólo pa amb oli,no hay nada mejor que una reunión para comer,una buena tertulia,es un lujo.Abrazos
Tía Elsa,
los apellidos nos delantan!!! Besos!
Montse,
ay pero claro! Los españoles también le dan al diente! Y qué bien que se come en España!
Bandida,
no me quiero imaginar la cantidad de comida que ingería tu hermano en la adolescencia, cuando no tienen fondo!!!
Flor,
perdón!!!! Pero tu hermana ya le va a dar el diente, esperá que pase los 25!
Ale,
gracias por pasar y por tu comentario!
Vampi,
pero sabés, a mí las ensaladas no me dan tristeza, me encantan! Y no me aburren! Pero al rato muero por comer más!!!
Natita,
nooo, qué feo tener que cuidarse e ir a una fiesta!
Nituni,
ud. es tan magro, no puedo creer que provenga de familia italiana! En mi casa tampoco, durante mi infancia, se compraban gaseosas ni mahyonesa ni ketchup, igual que usted. Esperaba a los cumpleaños para comer eso!!!
Gonzalo,
bueno, por lo menos lo disfrutás! Tus suegros te dirán a cada rato, seguro, “Comé más!!”
Verónica,
la verdad es que es un don saber administrar las sobras y cocinar rico!!!
Beluu,
gracias, mirá, al pobre Rod lo convidé con una tarta que tenía comprada, shame on me!
Be,
yo creo totalmente en esa frase que decís! Totalmente!
Mai,
yo pensaba que los italianos que provenían de la guerra, que se habían asentado en Argentina, eran unos exagerados… Pero no! En Italia también se come a lo bestia!!!
Cosmo,
ah, eso seguro. El mayor placer, rica comida y buena compañía. Me anoto!