
En todas partes del mundo existen las personas tímidas, las que no son tímidas, las que no les importa nada y los que tenemos más de cuarenta y la timidez que pudimos haber tenido se voló hace rato por la ventana de la vida.
Entre las personas tímidas, están aquellos que pueden disimularlo y aquellos a los que se les nota, porque se sonrojan.
Viste que uno siempre tiene un amigo o amiga que se pone colorado o colorada?
Bueno, acá eso es la norma y a cualquier edad; acá la gente se sonroja con mucha facilidad.
Se sonrojan si hablan y muchas personas les están prestando atención casi sin comentar y tienen que seguir hablando y se hace un discurso un tanto largo, por ejemplo. Es como que si se dan cuenta de que son el centro de atención, aunque sea por un ratito, “ufff, qué incomidad…” y se ponen colorados.
Se sonrojan si te ayudan con algo. Y si vos les decís gracias con algo de efusividad, más colorados!
Se sonrojan si recién llegada al país los saludás de la forma que se saluda en el tuyo pero acá no es tan común: Un beso o dos. (Aunque ahora es un poco más común pero siempre un/a colorado/a te cruzás!)
Por lo que veo, tiene que ver con cómo se educan desde pequeños y ya es algo tan cultural y tan arraigado que me parece que se aprende en la escuela, en la casa, en la sociedad…
Por qué? Porque los niños, cuando son pequeños, son como cualquier otro niño: tienen berrinches, hablan fuerte pero una vez que empiezan la educación pre escolar, de ahí en más, los niños son callados, silenciosos donde vayan y si un adulto les habla, se ocultan, miran para abajo, se sonrojan, hablan bajito, se meten la mano en la boca… es como si socialmente se esperara que se comporten de esa manera.
(Después, cuando empiezan el secundario, toda esa timidez social muta a desparpajo total!)
😛
Lo encuentro más evidente cuando voy a Argentina, donde veo todo lo contrario. Me sorprendo al ver la cabida que se les da a los chicos, cómo hablan casi de igual a igual con un adulto y cómo los adultos los escuchan, les prestan atención y se entablece un diálogo de (casi) iguales.
No me malinterpretes: Aquí a los chicos también se los escucha pero no se les habla como si fueran un igual. Los adultos cambian la voz para dirigirse a ellos o reaccionan de una forma un tanto actuada cuando los chicos les cuentan algo.
Lo que veo es que al chico acá se lo trata como lo que es, un niño y no se lo trata ni se le habla como si fuera un adulto. Uno siente acá que de ellos se espera que tengan actitudes consideradas típicas de un niño, como la que puede ser, sonrojarse.
De todas formas, no veo que una forma sea la correcta y la otra no. Simplemente son diferencias culturales, diría; manifestaciones de una forma de vivir o de encarar la vida en sociedad.
Qué interesante observación Alicia!!! eEstuve leyendo PoST tuyos de hace unos año atrass, de varias ciudades de US, y me resultaron muy útiles!!Gracias por tanto ya buena data!!!
Buenísimo que te haya servido, Marchu! 😀
Aquí en Venezuela los chicos también hablan y se desenvuelven como adultos, inclusive en la escuela con sus maestros. En cambio mi hija se parece a la nena de la imagen sonrojada y tímida, aunque no sufro por eso; son etapas que luego van superando.
Totalmente! Como digo, cuando se empieza el secundario, chau timidez social! Pero la raíz queda, eh, porque de adultos se nota. Ayer justo estaba en clase de writing y a cada uno que le tocaba leer o hablar, se sonrojaba!! 😉 😉
Ali no salgo de mi asombro de ver que vision tan original de ver las cosas que a los mortales comunes ni se nos ocurririan……
Es mas hasta me puse colorado!!!!
Mega beso
Loli
😀 😀 😀 Gracias! Pero en realidad, escribo lo que veo!! 😀 😀
HOLA!
Todo es cuestion de como nos han educado, yo siempre estuve rodeada de mucha gente, somos 9 hermanos, y era imposible ser timido, todo eso me armo para hacer frente a tantas dificultades y salir màs o menos airosa,uno de mis hijos es muy timido y tuvo que hacer terapia, le daba miedo hablar con los demàs , hoy felizmente ha superado ese contratiempo, creo que yo sin darme cuenta lo apabullaba con mi caràcter tan expresivo .
Tampoco soy una descarada, eso no.
Saludos.
Claro, Norma, una cosa es la naturaleza de cada uno y otra es cuando ves algo tan corriente en toda la sociedad. Ahí es cuando empezás a preguntarte si no es algo social, algo que se aprende en dicha comunidad o sociedad. 🙂
En mi viaje por UK utilice siempre airbnb y por lo general me quedaba mas de 4/5 dias en cada casa y en ese poquito tiempo creas una especie de relacion con tu anfitrion y siempre cuando me iba les preguntaba si les podia dar un abrazo y ellos me decian “ustedes los latinos son cariñosos” ajjajaj y despues de abrazarlos terminaban colorados como tomates sin importar si eran hombres, chicas, mujeres grandes.
Los que no se sonrojan son el personal del tube o los policias pero supongo que es porque deben estar acostumbrados a que se les pregunten cosas.
Ah, Marcela, hay que observar bien, eh. 😀 😀 La gente cuya profesión es ayudar o dar servicio al consumidor está acostumbrada, claro, pero si uno agradece y sonríe y sonríe. mmmm, se ven algunos sonrojos 😉 Qué lindo que les dabas un abrazo, claro, a eso no están acostumbrados con personas que apenas conocen!! 😀
Imaginate sí en Arg te parece que son tratados como iguales pero más pequeños (cosa que hago con mis hijos, no les exijo como adultos les exijo como seres humanos que estan creciendo) aquí en Brasil los niños son tratados con micho amor y respeto es rara la persona que no le haga un cariño aunque sea hablado a un niño. Que lo alague por su ropa (andan siempre disfrazados y vestidos como quieren) y que le pregunte su nombre o alguna cosa. Todos ayudan sí te ven con un niño sea donde sea y quien sea. Hace muchos años que vivo acá y es de lo más lindo que tienen como sociedad. Y me facilita la vida de mamá de dos.
Veo que acá nadie se pone colorado ante un cumplido y los niños son muy divertidos y sonrientes.
Me gustan estos post que nos contas facetas de la vida allá.
Quiero volver a Londres otra vez.
Saludos
Loli
Hola Loli! Volvé y avisame!! 😀 Sabés que noté siempre que la gente es muy dulce y amable en Brasil. Yo pensaba que al turista lo trataban bien porque era turista pero noté que entre ellos se tratan con un respeto que muchas veces no se ve en otros países y el tono de voz es bajo y suave. 🙂 Es muy gratificante vivir en una sociedad así.
Hola Alicia acá se nota mucho ese trato de igual a igual y así después tenés a un niño de jardín dando órdenes a los padres porque ellos anteriormente los ubicaron en ese rol. Prefiero mil veces el sonrojo natural de la timidez que el desenfado.
Ahhh, interesante Paula, claro, eso se ve en la escuela. Los chicos son el reflejo de lo que pasa en la casa, totalmente. 🙂
Me siento identificada. Soy grande, no soy tímida, muchos años de dar y tomar clases, conducir reuniones de padres, etc. y sin embargo sé que me sonrojo, Y si en el momento pienso en ello, peor!! Totalmente involuntario!! Ni hablar si me lo hacen notar!!!
y a no confundir con “los calores”, que también se notan en la cara, ja ja!!
Qué bueno que seas tan observadora y la vida no te pase por al lado indiferentemente!!
Un abrazo
Hola Cecilia! Gracias! Yo no soy tímida pero le temo a los “calores” que ya estoy en edad de merecer!! 😀 😀 😀
Hola! Tenía que comentar tantooo porque yo soy de las que todavía me pongo roja con mis 40 añitos. Es increíble. Y padecí tanto ese tema que traté de que mis hijos sean más desinhibidos. Es tal cual el comentario que hacés de acá, en Argentina, que se los trata a los niños como si fueran pares…. no sé si está bien. Me gusta el respeto y que se vea la diferencia entre un adulto y un niño pero tampoco que el niño sea demasiado tímido e inseguro. Es difícil encontrar el equilibrio. Besos, Ali
Hola Fer! Me imagino que como padres, sí, debe ser difícil el tema de los límites y cómo tratar y educar a los hijos cuando la sociedad los trata diferentes o cuando se espera que se comporten de una u otra manera. Quién sabe si está bien o mal, tal vez estos niños nos lo digan cuando crezcan! 🙂
Alicia, me copio esta frase tuya “la timidez que pudimos haber tenido se voló hace rato por la ventana de la vida”. Impecable y descriptiva.
Yo quiero perder toda la timidez y hasta la vergüenza, pero todavía me contengo… 🙂
Debe ser rico andar por la vida sin vergüenza y sin timidez…
Me encantó este escrito, es un excelente análisis…
Te saludo con cariño,
Muchísimas gracias querida Yolanda! Como seas tímida o no, se infiere lo cálida que sos como persona!
Un amigo de la universidad tendía a sonrojarse por absolutamente todo. Lo molestaban tanto porque cuando se sonrojaba, se sonrojaba hasta la calva, jajaja.
Recuerdo una vez que salimos, yo vestida extravagante (me gustaba una moda japonesa en aquella época), y cuando entramos a un local todos se daban vuelta a mirar… ¡¡¡y el que se sonrojaba era él!!! Me preguntaba si no me daba vergüenza que me miraran tanto.
Pobre!!! Qué incomodidad que se note cuando algo te avergüenza!! No hay forma de disimular nada! Me causó gracias tu anécdota, trato de imaginar qué tenías puesto y a un chico sonrojado a tu lado!!! 😀 Y me da un poquito de ternura también!!! 🙂
Ayyyy Alicia yo me pongo en seguida súper colorada pero no soy tan blanquita como ellos, ajajajaj , no puedo mentir ni ponerme nerviosa y si me hacen un halago haaaaay… Espero con ansias llegar a esa edad en que ” tiras la timidez por la ventana de la vida” me encantó la frase! Besos desde Uruguay
Gracias Caro! 😀 No me digas que vos también te ponés colorada… Acá te van a ver como loca!! 😀 😀
Hola Alicia
¡Qué interesante este post! Es verdad que, cada vez más, los padres tratan a sus hijos de igual a igual. Pienso que algo tiene que ver el hecho de que ahora los chicos tienen más acceso a la información. Lo que sus padres o el colegio no les explican, lo encuentran en Internet, con todo lo bueno y lo malo que eso trae aparejado. También el hecho de que muchas veces los hijos les enseñan a sus padres cómo usar los dispositivos electrónicos.
Pareciera que en algún punto los roles se invierten. Me parece que el.desafío de esta época es encontrar una nueva manera de relacionarse con los hijos sin perder cada uno su lugar. En casa estamos en eso…
Cariños,
Mónica
Qué lindo, Mónica! Qué bueno tu análisis, qué preciso y cierto! 😀