Bigote fue mi perro, el perro de la infancia.
No recuerdo cuánto tiempo estuvo viviendo con nosotros, sí que lo trajo mi cuñado porque lo había encontrado en la calle. Se habrá encariñado con él, no sé, pero nos lo dejó a mi hermana y a mí.
Bigote ya era grande cuando vino, había vivido hasta ese entonces en la calle y nosotros sabíamos que nos quería mucho a pesar de que mucha gente pensaba lo contrario. Era muy guardián pero con nosotras jugaba sin lastimarnos jamás.
Aunque si venía gente de visita, había que atarlo. Ladraba malo cuando veía gente extraña y en esa época de rejas bajas en las casas del barrio, él salía a la vereda y no dejaba pasar a ningún transeúnte. Ahí mandaba él porque estaba cuidando la casa y si no te gustaba, te mostraba los dientes.
Yo escuchaba a mamá quejarse de que muchas personas le recriminaban tener un perro tan guardián pero para mí era el perro más inteligente del mundo y también el más pudoroso: cuando tenía ganas de ir al baño, ladraba distinto, mamá lo soltaba, se cruzaba al campito de enfrente y si lo seguíamos y lo mirábamos, él ocultaba mitad de su cuerpo tras los yuyos mientras nos miraba serio. Jamás ensució en el jardín de nuestra casa.
Todas las madrugadas acompañaba a mi papá a la parada del colectivo y se sentaba al lado de él mientras esperaba a que viniera. Cuando llegaba el colectivo, no dejaba que nadie se acercara y a todos les mostraba los dientes así que mi papá tenía que subir primero! Luego subían los demás, él esperaba a que arrancara el colectivo y ahí recién volvía a casa.
Un día nos enteramos de que había rasguñado a una chica que pasó por la vereda. Escuchábamos hablar de “vacuna antirrábica”, “denuncia”, así que mamá con papá resolvieron llevarlo a la perrera. Preguntamos qué era eso y nos dijeron que ahí lo iban a dejar, que se iba a quedar a vivir allí.
La verdad, mi hermana y yo no éramos las hermanitas Ingalls que lloraban si un animalito se moría o se lo sacaban pero a lo mejor debió ser porque como nos dijeron todo sinceramente (pero sin demasiados detalles) es que lo aceptamos y no luchamos para que se quedara.
El día que tuvimos que llevarlo, nuestro vecino nos llevó en su auto. Yo estaba sentada adelante y mi hermana, madre y Bigote, atrás.
Cuando llegamos, mamá bajó con el perro y por alguna extraña razón o intuición, no quise mirar por la ventana. Era mi forma de no querer verlo partir.
Aunque yo creía que lo iba a volver a ver, que íbamos a ir a visitarlo…
Pero no.
De la perrera, con mamá nos fuimos al cine.
Y Bigote, nunca más.
Feliz día, mi perrito, donde quiera que estés.
Los perros, yo tuve dos a lo largo de mi vida. Uno era Pompón, pero nosotros eramos muy chiquitos y no supimos cuidarlo bien.
Despues vino Matador que me lo regalaron cuando cumpli 21 años. El mejor perro que he visto, era super inteligente y educado (lo habiamos entrenado) pero la comida era su perdición y era un ladrón de comida total.
Feliz día para él tambien.
Alice, que historia triste! Nosotros a lo largo de la vida hemos tenido muchos perros, pero la única que a día de hoy todavía está en casa es Flopy, una perra callejera que se trajo un día mi hermana, de la cuál no pudimos deshacernos jamás y mirá que lo intentamos, la llevamos a la perrera y al día siguiente estaba otra vez en casa (todavía no entendemos como logró volver)el caso es que nunca más se fue, aún sigue en casa. También muy inteligente, así como Bigote, pero bien mansita.
AAAAAAAAAAAAAAA QUE TIERNAAAAA
Me hiciste emocionar Alice!
Que bonito Bigote! Me encanto que acompañara a tu viejo a la parada del colectivo…
Uno no cuestionaba nada, ese es el tema. Anda a sacarle algo a un pibe hoy… te mete un juicio!
Beso!
Perrera, qué fea palabra, no?
No me alcanzan los dedos de las manos y pies para contar todas las mascotas que se “me” fueron, no solo perros, y siempre me acuerdo de todos ellos.
es verdad!! hoy es el día del animal!! me había olvidado… yo sufría tanto cuando se me morían los animalitos que me juraba no volver a tenerlos, pero recaía una y otra vez: conejo, perro, perrito, tortuga, gato… y mi hijo los adora!!! pero bueno, por el momento nada de bichos con esta vida gitana que hacemos. Me encantó cómo recordaste a Bigote. Besos!!
Agridulce recuerdo,no?
Y que linda foto…
Saludos.
me emocione, y justo estaba pensando en hacer un post sobre mi perro Cartu… (que linda foto!)
Qué lindas son las mascotas!!!
Y para un chico es un buen amigo.
Yo tuve de chica y ahora mis chicos tienen. A mi marido no le gustan mucho los animales, lo cual es una pena.
besos!
desgraciadamente la gente no hace todo lo que puede por sus animales, vos eras chiquita, pero tus padres sabían, lo siento pero no puedo apoyarte, vivo rescatando perros de gente que los deja en la calle. Levantar la caca de nuestro perro del jardín es un acto de amor, como lavar los pañales de un bebé,
con cariño, saludos
Me hiciste emocionar!!! AMO a los pichis. Tengo 2 preciosuras en mi casa, y no quiero ni pensar en el día en que se vayan a jugar con otros perritos al cielo. FELIZ DÍA para todas mascotitas!
Alice:
Que linda foto!
La historia es medio tristona, pero en fin…si el perro era bravo mejor asi, antes que lastimara seriamente a alguien tal vez.
¿Ahora tenes gato, no? Creo que contaste en un post.
Coincido con Gon!zalo, las generaciones anteriores no custionabamos las decisiones de los padres.
Eran otras epocas.Algunas cosas eran mejores, otras peores.
Saludos
be
el perro de mi vida se llamaba Lord, fue mi hermano canino, aun lloro cuando le recuerdo…la verdad es que son uno mas en la familia. Todos los ninos deberian tener una mascota, por lo mucho que se aprende de ellos, tu Bigote me recuerda a mi Lord, el tenia su genio tambien…besitos
Alicia, la verdad que tu historia me hizo emocionar! Pobrecito Bigote… Los chicos desarrollan un gran cariño con sus mascotas y la separación siempre es muy dolorosa…
Ay Alicia!! como me emocione con esta historia tan tierna, tanto, tanto que lloro en la oficina mirando el monitor.
ahi esta tu perrito de la infancia, grabado a fuego en tu memoria!
que honor para él, no?
un abrazo
Esa es la razón de no tener animales en casa. Me encariño tanato con ellos que es un gran trauma cuando se van, lo paso fatal, fatal. Se me murió un hamster hace cinco años y estuve una semana lloriqueando, cada vez que salía al jardín tenía un drama. Así que mi marido me dijo: Se acabó!!!
Y mira que me gustan los animales y, sobre todo, los perros; pero si con un hamster tengo un dramón ¡Imagina con un perro!
Besitos.
Gera,
de Matador vos escribiste, me acuerdo!!
Tamia, Mauris, Gonzalo, Romina,
me quedó triste la historia, no? De más grande, me di cuenta de que tendría que haber luchado más por mi perrito.
Perla,
yo también me acuerdo de todas mis mascotitas, aunque no tuve muchas.
Maguita, Cheli, Morkelik,
gracias amorosas!
Mona Loca, Pity
yo también estoy de acuerdo con que los chicos tienen que tener una mascota, aunque sea una vez en sus idas.
Danny,
lo que pasa es que mi hermana y yo no teníamos idea de lo que era una perrera.
Be,
ahora tengo a mi hija-gata que se quedó en Argentina.
Elena,
tal cual, creo que en el momento de que se fue, ahí no quise verlo para no recordarlo partiendo.
Danila,
qué amorosa! Mi intención fue recordarlo pero parece que me salió la tristeza que venía reprimiendo desde entonces. Besotes!
Verónica,
tuvimos un hámster también! Era de mi hermana y también murió y ella en esa oportunidad lloró mucho.
Hasta hace 8 años no sabía lo que significaba tener un perro en casa,ahora es mi diversión,mi alegría,mi compañero,mi cuidador,es genial,inteligente,cariñoso,un amor de perro,y nuestra gata Tula reproduce muchas de sus conductas,el loro ladra y maulla entre otros cánticos.Abrazos