Que me trajo hasta aquí.
(México – Ricardo Arjona)
A muchos les gusta Arjona, a muchos no.
A mí tampoco pero cada vez que escucho su nombre me vienen recuerdos agridulces.
Hace once años, un mes de enero como éste que se termina, yo visité México con quien era mi novio en ese entonces.
Habíamos pasado unos días en el DF y decidimos tomar un micro que nos llevara a la costa del Pacífico. No se imaginan el micro que tomamos! Se movía como una coctelera, los niños se descomponían o lloraban y yo, mis queridos, como habrán adivinado, dormía como un tronco.
El caso es que llegamos bien entrada la noche a quién sabe qué pueblito desde el cual tomamos un taxi para llegar a Puerto Angel.
Habíamos resuelto de antemano (por la mala fama que tenían) que no íbamos a tomar un taxi. Entonces todavía no entiendo por qué a Mex se le ocurrió tomar uno! Vio uno por allí y lo llamó. No tuve tiempo de decir “no” que ya había acordado con el taxista.
Pues bien, cuando hubimos acomodado los bolsos en el baúl y sentado nuestros tushies en el auto, se sube un hombre y se sienta al lado del conductor e inmediatamente el taxista arrancó. Y nosotros nos miramos las caras y empezamos a sentir un poco de incomidad.
Que, con el correr de los minutos, se convirtió en miedo.
El taxi siguió su camino por una ruta dejando atrás las luces del pueblo. Estábamos siendo conducidos por la oscuridad más absoluta. Y para peor, al que manejaba se le ocurre poner música a todo volumen mientras charlaba con su acompañante.
La música era un CD de Arjona. Era un recital de Arjona en vivo, en México. No recuerdo las canciones para nada pero sí que cada tanto Arjona agradecía al público mexicano.
El viaje se estaba tornando interminable, los dos adelante hablando y nosotros dos atrás, sin abrir la boca del terror que sentíamos.
Yo, para mis adentros, me reprochaba haberle hecho caso a Mex y desesperada imaginaba estrategias para salir corriendo y qué hacer cuando me encontrara en la oscuridad del bosque que estábamos atravesando. Bah, a mí me pareció que había un bosque.
A la vez imaginaba cómo nos defenderíamos si nos llegaran a atacar, me preguntaba si las puertas estaban trabadas…
Y de repente el taxi se detuvo. El acompañante bajó y Mex, con reflejos rápidos, quiso abrir la puerta del auto. Y el hombre le dijo “No, quédate. Es que paramos porque aquí vivo yo”. “Sí,” dijo el taxista “todavía falta, aquí vive mi amigo, lo traje para su casa”.
Y yo respiré aliviada. Y miraba a Mex y pensaba que a pesar de tanta pelea y discusión que nos caracterizaba, ahí lo tenía yo, tan valiente, capaz de hacerle frente al posible atacante.
Arjona siguió cantando sus letras tan intrascendentemente intelectuales pero yo ya no temía.
Cuando llegamos a Puerto Angel, le dije a Mex “Qué susto cuando salió el tipo del auto! Menos mal que vi que vos salías para hacerle frente”
“No…” me dijo.
“Cómo que no? Si querías abrir la puerta…”
“Ah, no, era porque tenía miedo de que el tipo saliera corriendo con mi valija.”
Y yo me sentí Condorito.
que susto! yo hubiese estado tan angustiada como vos!!
divino el final jajajaj
un beso
AIii hhahaha, este Mex tanía su parte graciosa !! Yo hubiera hecho lo mismo.
Qué risa: “desesperada imaginaba estrategias para salir corriendo y qué hacer cuando me encontrara en la oscuridad del bosque que estábamos atravesando”
Beso Alicita. Rod.
Que hijuepuchis!!! Con la musica de Arjona o de quien sea, Yo me hubiera orinado del susto, hubiera empezado a gritar, no se…
Que valiente Vos, todo lo que ibas maquinando en el trayecto!!!
Y que decepcion con Mex…aunque cuando dijiste lo de sus reflejos y que quiso abrir la puerta, me imagine que habia salido corriendo y te habia dejado solita…
Por eso terminaron???!!! Te decepciono???!!!
jajajaja! Me hiciste reír, qué buena anécdota… cómo ciertos temas, ciertos cantantes, quedan grabados como banda musical de ciertos momentos de nuestra vida, no? Besos!
jajaja buenisimo!!! Decime, este Mex no es el mismo del evento con el terremoto?
jejeje que sustito eee!! a mi Arjona mucho no me va, pero si escucho por ahi alguna cancion de él, no puedo evitar tararearla jeje.
bechios!! naty
Hay, de solo escuchar la historia me desesperé y además con Arjona de fondo. Una tortura tremenda, por Diosssssss!
Por suerte todo salió bien. Menos mal que dejaste a ese novio. Un verdadero canalla resultó.
XX
que novio ese Mex! después dime, te reíste o te enojaste?
jajajja que ANECDOTA!! al menos se torno comico y no tragico..imaginate yo me tiraba del carro y minimo me mataba, porque yo daba por seguro nos iban a hacer algo malo…que desesperacion…el mexicano me hizo matar de risa, nose si estando allli me reia o lo mataba jajaa
Buen al menos fue sincero pero Alicia que cagazo por Dios! Besos tía Elsa.
Llegue aca por el blogg de Archi.
Hbaia leido qeu estas en Londres….pero me queda la duda si sos argentina…
Saludos y buen blogg!
Betty,
sí, mucho susto!
Rod,
gracias!
Hanniani,
Es que la música no te dejaba escuchar lo que estaban charlando! Entonces desconfiaba más!
Maguita,
tal cual! Gracias!
Gera,
Así es, querido, el mismo.
Natita,
a mí Arjona no me fue nunca y menos después de ese episodio!
Archi,
me hiciste reír! Es verdad, todavía más tortuoso escuchando Arjona!!!
Yo Misma,
me quedé perpleja, no sabía cómo reaccionar!
Karla,
en un momento imaginé tirarme del auto!!!
Tía Elsa,
fue mucho, es verdad!!!
Gonzalo,
Hola! Sí soy argentina, gracias por pasar!
Ali llegué acá desde el último post… no te puedo creer… me muero de risa, pero parece de chiste este muchacho! DE NO CREER!!!!