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Amores Perros

Lunita Linda.
Lunita Linda.

 

Yo soy gatera. Amo los gatos y como dije una vez, desde que me acostumbré a los gatos, a los perros les desconfío y hasta les tengo un cachín de miedo porque me desacostumbré a tratarlos.

Esta última vez que estuve en Argentina, me encontré con la novedad de que una perrita flaquita, negra total (como me gustan los perros y gatos) y casi leprosa, tenía cobijo en la galería de mi casa. De tan finita, pasaba por entre las rejas y se quedaba a dormir.

La perrita en cuestión era callejera y era evidente que había sido abandonada. Quién más, quien menos en el barrio, le alcanzaba algo para comer pero a la noche, dormía chez moi.

Comencé a comprarle Dogui, carne, huesos, le puse la gotita antipulgas, le compré remedios para desparasitarla y a los pocos días empecé a notar que la piel y el pelo se le estaban embelleciendo y fortaleciendo a pasos agigantados! No podía creer que en menos de una semana tenía  una candidata para Miss Can.

Pero un día, estando en la verdulería, la verdulera me comentó que la perrita era del barrio, que ella también le estaba dando remedios, que una señora de la vuelta le daba el desayuno con pastillas anticonceptivas y que en mi casa dormía solamente.

Con razón! Yo le daba Dogui y la perra no lo comía! Los huesos, sí, ok, los comía pero temía que la razón de que comiera poco fuera porque estaba tan débil que no podía.

Pues no, tenía la pancita llena!

Y esta perrita me conectó con algo que yo no sentía hace añares, A-ÑA-RES: el amor sincero de un perro. Porque esta perrita enloquecía cuando me veía a mí o a Deborita, que me ayudaba a cuidarla. De la alegría, escondía el rabito entre las piernas, se agachaba, golpeteaba las patitas contra el piso, se acercaba, se iba, volvía… Era una locura hecha amor!

Yo no sabía si tocarla, si acariciarla, no quería invadirla, pero ella se acercaba lo mismo, toda contenta porque esa boca abierta llena de dientes con esa lengua roja levantada era la sonrisa más linda que pude haber visto en un animal!

Acostumbrada yo estoy al amor indiferente del gato, a quien hay que acercarse a acariciar y sólo (algunos) se acercan a mimarte cuando tienen algo en mente para pedirte.

La nombramos Luna y le conseguí una caja de cartón como casita provisoria. Luna pertenecía a la calle, era libre aunque viniese sólo a dormir.

Me fui de Argentina contenta de que hubiera otra mascota en casa. A los pocos días, hablando con mami por teléfono, me comentó que la perrita no apareció más y supuse (es más, tengo la convicción) de que fue adoptada por la vecina que la cuidaba a la mañana.

Espero que sea así. Cuando vuelva a Argentina voy a volver a preguntar por Luna, que así la llamo yo pero el barrio la llamaba “Susi”.

Tengo la esperanza de volver a verla y de que me mime, perrunamente, un poco.

25 thoughts on “Amores Perros

  1. No encuentro tus blogs amigos. Dondé están? Espero que aparezcan en algún lugar, porque los leía a través tu blog, y nunca copié los links. Ciao!

  2. Cuán cierto es lo que decís… los gatos son más independientes pero brindan poco amor… por el contrario los perros son lo más dulce que hay! sufro tanto la falta de la perrita de mi hijo… me parece verla acompañándome en mi oficina…
    Besos!

  3. Puff! yo tuve gatos en mi adolescencia, pero ya de grande tuve a mi perrita Cata que es un personaje y realmente me cambio la vida! dan tanto tanto amor! y sin pedir nada a cambio! que me volvi super perruna! son los seres mas lindos y amorosos que hay! me alegro que Lunita estaba cuidada! seguro alguien del barrio le dio casa full time! besos! (me encanta el wordpress! ) jajaja

  4. yo soy perruna total!! amo los perros, con locura! desde chica perro que veo perro que toco por la calle… y toco madera, nunca me mordio ninguno! Los unico que no me gustan son los muy chiquitos… me van los mediados a grandes, sean de raza o no! Tengo una perra, Oli a la que adoramos y es lo mas mimosa que hay! que lindo que Luna te haya conectado con la onda perruna nuevamente! un beso!

  5. Ojala este con la vecina! No hay nada mas agradecido que un perro callejero. Ahora tengo 2, mas las otras 2 que teniamos de antes, que son hijas de una perra callejera y me las dieron de cachorritas. Todos los perros callejeros que he tenido se han dejado hacer cualquier cosa, nunca atacaron, ni a chicos ni a adultos. Yo siempre los recomiendo!

  6. Nunca tuve gatos porque mi mamá es alérgica a sus pelos y a mi abuela le dan miedo, así que no sé qué se siente tener un gato aunque veo en los de mis amigas que son demasiado independientes. Siempre tuve perro, los dos que tuve son lo más amoroso que me pudo pasar. De chiquita yo era bastante hiperactiva y mi perro fue mi salvación porque él siempre siempre quería jugar, correr, saltar, bailar.
    El amor incondicional que te da un perro no te lo da ni siquiera el mejor de los humanos, así que me alegro mucho que Luna tenga un hogar y haya sido adoptada por el barrio, porque seguro que ella les va a devolver con sonrisas todo lo que han hecho por ella.
    Un beso Ali!

  7. Preciosa Luna/Susi!
    Cómo comento con mi perfil blogger? No quiero comentar con Google + o wordpress.

  8. Ojaláa que esté en lo de la vecina! A mí me encantan tanto perros como gatos, aunque si tengo que elegir prefiero el gato justamente por su independencia, ya que yo también soy muy independiente. Igual soy como veropalazzo, perro veo perro saludo perro acaricio -incluyendo algún perro policía de servicio jajaja. Tampoco me mordió nunca ninguno.

    Te cuento que en mi barrio también había vecinos perrunos. A pocas cuadras de mi casa, en una cuadra sin salida, con casas de un lado solo porque del otro es el contrafrente de una fábrica. Los perros, más o menos del tamaño de tu Luna, el macho rubio con panza y patas blancas y la hembra blanca con manchas rubias. Los vecinos no sólo los alimentaban y los hacían atender poor el veterinario -a ella la castraron- sino que tenían, en la vereda de la fábrica, una cucha montada con un alero y un colchón viejo adentro. era su casa. Murieron de viejitos.

  9. Hola Alicia! uy que lio me hice con el cambio, blogger no me avisaba de tus actualizaciones, bueno igual te pude leer y ya se solucionó. Adoro los perros y la verdad los gatos nunca me terminaron de convencer, el perro es tan agradecido y compañero que yo eso en el gato no lo veo, aunque mucha gente me comentó que su gato era tipo perro. Me alegro que te sumes a los amantes de los perros! Besos!

  10. los perros son lo más incondicional que hay, pero yo con los gatos he tenido suerte y siempre tuve (o ellos me tuvieron a mí?) de esos re mimosos que quieren estar a upa y dormir contigo y mimos mimos mimos… Isadora se ponía intensa cuando llegaba de trabajar, enredándose entre mis pies, maullando y pidiendo mimos, y siempre buscaba lugar en la falda de alguien, o intentando meterse abajo de las sábanas!! Pero los perros tienen una alegría y un amor tremendos, que a la vez los hace más dependientes… En todo caso, como dice danila… son todos los animales divinos y los animales de compañía son todos amorosos!

  11. Qué satisfacción da cuando un perro (o un gato, me ha pasado) empieza a verse mejor porque recibe amor (y alimento, je).
    He visto esa metamorfosis en gatos que cuando los adoptás o empezás a mimarlos ¡retoman el baño!

    Espero que aparezca Lunita y que siga tan potra como la dejaste =)

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